16/05/2018, 15:46
La fémina suspiró. Habría preferido dejar el nido con delicadeza en el suelo, pero los propios creadores de este se lo habían impedido. Irónico, desde luego, pero eran animales, al fin y al cabo. Mientras los pájaros se ocupaban de sus crías la kunoichi podía ponerse manos a la obra con la limpieza. Le llevaría más de cinco minutos, claramente, así que cuanto antes comenzase, mejor.
«Espero que me dejen en paz si no me acerco mucho a ellos...», pensó a la par que observaba de reojo al mirlo que la "vigilaba". Con paño húmedo en mano y el cubo lleno de agua cerca, la joven dedicó su atención a la pintada del "MataNinjas".
«Espero que me dejen en paz si no me acerco mucho a ellos...», pensó a la par que observaba de reojo al mirlo que la "vigilaba". Con paño húmedo en mano y el cubo lleno de agua cerca, la joven dedicó su atención a la pintada del "MataNinjas".