17/05/2018, 18:16
Tanto salto entre plataforma y plataforma hizo que buena parte del agua del caldero se le derramase, a veces por el mismo lago, a veces por su propia ropa. No obstante, logró llegar a la isla con la suficiente como para limpiar el graffiti, que ahora gracias al vinagre y el jabón, consiguió eliminar como si nunca hubiese estado ahí.
Pío, pío. Pío, pío.
Los polluelos seguían en el suelo —el que había quedado bajo el nido ya había logrado salir—, con el mirlo hembra junto a ellos, volando sobre el nido y tratando de cogerlo con las patas, como si quisiese devolverlo a su sitio de origen. Cabe decir que no estaba teniendo mucho éxito, precisamente.
Pío, pío. Pío, pío.
Los polluelos seguían en el suelo —el que había quedado bajo el nido ya había logrado salir—, con el mirlo hembra junto a ellos, volando sobre el nido y tratando de cogerlo con las patas, como si quisiese devolverlo a su sitio de origen. Cabe decir que no estaba teniendo mucho éxito, precisamente.