18/05/2018, 21:50
El Uchiha se emocionó cuando Keisuke aseguró dominar el Sunshin no Jutsu en tan solo dos días. ¡Aquello era lo que se llamaba un genio! Quizá por esa misma razón, las expectativas de Datsue se pusieron demasiado altas.
—¿Así?
Se le dibujó una mueca en el rostro, mitad decepción, mitad bochorno. No, desde luego que no era así. Ni mucho menos. Pero, ¿qué esperaba? ¿Qué lo hiciese a la primera? ¡Ni Rikudo lo hubiese logrado!
—N-no. Y sí, es mentalmente, pero tienes que imaginar que estás hablando a viva voz. No —se corrigió—, más que imaginarlo, tienes que sentirlo.
Datsue sabía que estaba tocando temas complejos, y que aquel era uno de los jutsus más difíciles de entender. O, más que difíciles, muy distinto a los jutsus ofensivos que la mayoría de ninjas se limitaba a aprender. Y eso lo volvía difícil de digerir.
Pese a que la clase no tuvo éxito, tenía la esperanza de que Keisuke asimilase los conceptos teóricos que el Uchiha le había transmitido. Con suerte, en una semana o dos lograba dominar la parte más fácil del jutsu.
Media hora más tarde, ambos ninjas se encontraban en un asequible y austero hotel, de los tantos que había en un sitio tan turístico como la Villa de las Aguas Termales. El Uchiha se despidió de Keisuke con un apretón de manos, que luego se transformó en un sentido abrazo y un gracias que afloró de sus labios. No tuvo palabras para añadir nada más, y, en aquel caso, seguramente sobraban. Se despidió de él tras asegurarse de que se avisarían para desayunar juntos al día siguiente.
Aquella noche, tumbado en el duro colchón de su habitación con la ventana medio abierta —como era de esperar, siendo un hotel tan barato no disponían de aire acondicionado—, el Uchiha pensaba. Repasaba todas y cada una de las cosas que le había contado Keisuke, buscando un resquicio, la mínima grieta por la que poder atacar y solucionar aquel problema irresoluble. Aquel rompecabezas imposible.
Y siguió pensando.
... y siguió pensando…
… hasta que se quedó dormido y Shukaku le dio la respuesta. Para el Ichibi era fácil. Él siempre ofrecía la misma solución para todo.
—¿Así?
Se le dibujó una mueca en el rostro, mitad decepción, mitad bochorno. No, desde luego que no era así. Ni mucho menos. Pero, ¿qué esperaba? ¿Qué lo hiciese a la primera? ¡Ni Rikudo lo hubiese logrado!
—N-no. Y sí, es mentalmente, pero tienes que imaginar que estás hablando a viva voz. No —se corrigió—, más que imaginarlo, tienes que sentirlo.
Datsue sabía que estaba tocando temas complejos, y que aquel era uno de los jutsus más difíciles de entender. O, más que difíciles, muy distinto a los jutsus ofensivos que la mayoría de ninjas se limitaba a aprender. Y eso lo volvía difícil de digerir.
Pese a que la clase no tuvo éxito, tenía la esperanza de que Keisuke asimilase los conceptos teóricos que el Uchiha le había transmitido. Con suerte, en una semana o dos lograba dominar la parte más fácil del jutsu.
• • •
Media hora más tarde, ambos ninjas se encontraban en un asequible y austero hotel, de los tantos que había en un sitio tan turístico como la Villa de las Aguas Termales. El Uchiha se despidió de Keisuke con un apretón de manos, que luego se transformó en un sentido abrazo y un gracias que afloró de sus labios. No tuvo palabras para añadir nada más, y, en aquel caso, seguramente sobraban. Se despidió de él tras asegurarse de que se avisarían para desayunar juntos al día siguiente.
Aquella noche, tumbado en el duro colchón de su habitación con la ventana medio abierta —como era de esperar, siendo un hotel tan barato no disponían de aire acondicionado—, el Uchiha pensaba. Repasaba todas y cada una de las cosas que le había contado Keisuke, buscando un resquicio, la mínima grieta por la que poder atacar y solucionar aquel problema irresoluble. Aquel rompecabezas imposible.
Y siguió pensando.
... y siguió pensando…
… hasta que se quedó dormido y Shukaku le dio la respuesta. Para el Ichibi era fácil. Él siempre ofrecía la misma solución para todo.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado