2/09/2015, 03:13
El Ishimura dejo escarpar una confortable sonrisa en cuanto el Uzumaki accedió a acompañarle a comer.
—Sera un buen lugar, te lo puedo asegurar —dijo con mucha confianza en sí mismo.
Con ambas partes de acuerdo en que les convenía llenarse el estomago, los chicos se pusieron en marcha. O más específicamente Kazuma fue guiando al pelirrojo hasta el sitio que pretendía mostrarle. Las vueltas y los cruces fueron poco, aunque por momentos el peliblanco parecía encontrarse medio perdido entre la multitud de negocios y callejones del distrito culinario.
Sin embargo, más temprano que tarde terminaron llegando al lugar correcto. Justo a tiempo para ver como el cielo se empezaba a nublar.
Desde afuera el lugar tenía un aspecto bastante curioso a los ojos de un habitante de Uzushio, pues claramente el estilo era extranjero. En la parte de afuera solo había un enorme letrero que decía “Cafetería y Restaurante”, resultaba ser un aviso bastante grande para un lugar un poco pequeño.
Lo que más llamaría la atención del sitio, era el hecho de que la fachada era de vidrio, por lo que dejaba ver todo lo que había dentro. Era como una gran ventana donde las mesas de la parte interior se arrimaban hacia ella. Todo lo visible desde afuera resultaba llamativo y atrayente.
—Sera mejor que entremos antes de que comience a llover —dijo a Tantei, luego de escuchar un trueno que retumbaba fuertemente por sobre sus cabezas.
—Sera un buen lugar, te lo puedo asegurar —dijo con mucha confianza en sí mismo.
Con ambas partes de acuerdo en que les convenía llenarse el estomago, los chicos se pusieron en marcha. O más específicamente Kazuma fue guiando al pelirrojo hasta el sitio que pretendía mostrarle. Las vueltas y los cruces fueron poco, aunque por momentos el peliblanco parecía encontrarse medio perdido entre la multitud de negocios y callejones del distrito culinario.
Sin embargo, más temprano que tarde terminaron llegando al lugar correcto. Justo a tiempo para ver como el cielo se empezaba a nublar.
Desde afuera el lugar tenía un aspecto bastante curioso a los ojos de un habitante de Uzushio, pues claramente el estilo era extranjero. En la parte de afuera solo había un enorme letrero que decía “Cafetería y Restaurante”, resultaba ser un aviso bastante grande para un lugar un poco pequeño.
Lo que más llamaría la atención del sitio, era el hecho de que la fachada era de vidrio, por lo que dejaba ver todo lo que había dentro. Era como una gran ventana donde las mesas de la parte interior se arrimaban hacia ella. Todo lo visible desde afuera resultaba llamativo y atrayente.
—Sera mejor que entremos antes de que comience a llover —dijo a Tantei, luego de escuchar un trueno que retumbaba fuertemente por sobre sus cabezas.