24/05/2018, 11:29
Daruu había asentido con orgullo cuando Keisuke ley recordó que había presumido, ya en el pasado, de que sus pizzas eran las mejores. «Sí, amigo mío», había pensado, «y ahora conozco una receta increíble: ¡la pizza de oso!», recordó. Aunque en realidad el mérito era de Hibagon, el abominable hombre de las nieves con quien, junto a Kaido, había compartido ya dos pequeñas aventuras.
Keisuke dio otro sorbo a su botella y asintió a modo de respuesta ante la pregunta de Daruu.
—Parece ser que los nuevos estudiantes no frecuentan esta sala... A mi me gusta, es muy amplia, pero nadie viene a entrenar aquí —dijo, decepcionado—. ¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?
Daruu se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia el centro de la sala.
—¿En realidad? —dijo—. Lo mismo que a ti, Keisuke. Necesito entrenar un poco. Estoy... oxidado —«y con ojos nuevos».
Keisuke dio otro sorbo a su botella y asintió a modo de respuesta ante la pregunta de Daruu.
—Parece ser que los nuevos estudiantes no frecuentan esta sala... A mi me gusta, es muy amplia, pero nadie viene a entrenar aquí —dijo, decepcionado—. ¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?
Daruu se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia el centro de la sala.
—¿En realidad? —dijo—. Lo mismo que a ti, Keisuke. Necesito entrenar un poco. Estoy... oxidado —«y con ojos nuevos».
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)