29/05/2018, 23:13
—¡Etsu!— Contestó eufórico al escuchar la voz del genin de Kusa, desde algún lugar de la humareda.
Se cruzarían pocos metros más adelante, dónde el camino de escombros dejaba espacio visible. Una de las mujeres iba más adelante, tomando de la mano a los niños y formando una cadena humana. Más atrás iba la otra señora, la cuál batallaba para que el rebaño de ganado ovino se mantuviese junto, lo cual se le volvía dificultoso debido a que los animales se alteraban ante las llamas y entraban en nerviosismo.
—Por Ame no Kami, creí que nunca iba a alcanzarte— Dijo el joven Isa, acercándose al grupo de rescate. —¿Ellos son todos los que deben ser rescatados?, ¿seguro que no queda nadie más?— inquirió mientras intentaba recuperar el aliento, aunque sabía que no era el tiempo para descansar.
Más pronto que tarde, pudo ver a la rezagada mujer que arreaba cómo podía a las ovejas. —¿Que hay de todo eso?— Señaló mientras alzaba la ceja.
Se cruzarían pocos metros más adelante, dónde el camino de escombros dejaba espacio visible. Una de las mujeres iba más adelante, tomando de la mano a los niños y formando una cadena humana. Más atrás iba la otra señora, la cuál batallaba para que el rebaño de ganado ovino se mantuviese junto, lo cual se le volvía dificultoso debido a que los animales se alteraban ante las llamas y entraban en nerviosismo.
—Por Ame no Kami, creí que nunca iba a alcanzarte— Dijo el joven Isa, acercándose al grupo de rescate. —¿Ellos son todos los que deben ser rescatados?, ¿seguro que no queda nadie más?— inquirió mientras intentaba recuperar el aliento, aunque sabía que no era el tiempo para descansar.
Más pronto que tarde, pudo ver a la rezagada mujer que arreaba cómo podía a las ovejas. —¿Que hay de todo eso?— Señaló mientras alzaba la ceja.