31/05/2018, 19:47
La mujer señaló lo obvio y se inclinó hacía delante en su escritorio, cerrando distancia con Mogura dramáticamente. Yui no parecía tener conocimiento de los artesanos que manejaban el hierro para hacer armas, incluso dentro de su propia aldea. Algo dentro del médico se sintió ligeramente desalentado al escuchar aquellas palabras. Pero no podía perder la postura con su kage tan cerca.
—No, eso sería todo.
Contestó, realizando una ligera reverencia en su asiento. Ya no había más temas que tratar, al menos no por el momento. Ahora la Arashikage podía volver a su repetitiva tarea de sellar papeles.
—Si le parece bien, procederé a retirarme.
Aunque había un detalle, el pergamino con el Marun muerto seguía sobre el escritorio.
—No, eso sería todo.
Contestó, realizando una ligera reverencia en su asiento. Ya no había más temas que tratar, al menos no por el momento. Ahora la Arashikage podía volver a su repetitiva tarea de sellar papeles.
—Si le parece bien, procederé a retirarme.
Aunque había un detalle, el pergamino con el Marun muerto seguía sobre el escritorio.
Hablo - Pienso