1/06/2018, 23:52
— ¡Yota!
Parecía demasiado increíble como para ser cierto. Tuvo que ser producto de una paranoia mental mía, pero, sin lugar a dudas, parecía muy real. Seguí a lo mío sin hacer caso a aquella voz de mi compañero.
¡Hacía mucho que no te veía! ¿Dónde te has estado metiendo? ¿Es que has estado viviendo aquí los últimos días?
«No puede ser, no puede ser, deja de imaginarte gilipolleces» pero era tal mi curiosidad que tuve que abrir mi ojo diestro y allí estaba con su jodida sonrisa, tendiéndome la mano y como alegrándose de verme mientras intentaba ser gracioso «Joder... me cago en mi puta vida. Esto parece como orquestado por la puta araña esa del demonio»
Entonces recordé que no se conocían y que aquello salvo recontracasualidad, era algo totalmente fruto del azar y, valga la redundancia, de la casualidad.
— ¿Cómo estas?
Abrí mi segundo ojo y dejé caer mis hombros al mismo tiempo que resoplaba para tratar de tranquilizarme y no soltarle un borderío.
— Aprovechar el tiempo, mi querido Jurete — dije, e incluso yo mismo me sorprendí de la calma con la que lo dije — Parece mentira lo rápido que te has olvidado del ridículo que hicimos los gennins de Kusagakure en el Valle de los Dojos, ¿eh? He estado fortaleciendome; entrenando, prácticando nuevas técnicas, ampliar mi repertorio, fortalecer mi aptitudes físicas, realizando misiones para ser un mejor ninja... esas cosas he hecho, mi buen Jurete
Acepté su mano para no ser grosero. A fin de cuentas, aquel era casi con total seguridad mi mejor apoyo en toda la aldea, un buen amigo.
— ¿Qué hay de ti? ¿Holgazaneando?
Parecía demasiado increíble como para ser cierto. Tuvo que ser producto de una paranoia mental mía, pero, sin lugar a dudas, parecía muy real. Seguí a lo mío sin hacer caso a aquella voz de mi compañero.
¡Hacía mucho que no te veía! ¿Dónde te has estado metiendo? ¿Es que has estado viviendo aquí los últimos días?
«No puede ser, no puede ser, deja de imaginarte gilipolleces» pero era tal mi curiosidad que tuve que abrir mi ojo diestro y allí estaba con su jodida sonrisa, tendiéndome la mano y como alegrándose de verme mientras intentaba ser gracioso «Joder... me cago en mi puta vida. Esto parece como orquestado por la puta araña esa del demonio»
Entonces recordé que no se conocían y que aquello salvo recontracasualidad, era algo totalmente fruto del azar y, valga la redundancia, de la casualidad.
— ¿Cómo estas?
Abrí mi segundo ojo y dejé caer mis hombros al mismo tiempo que resoplaba para tratar de tranquilizarme y no soltarle un borderío.
— Aprovechar el tiempo, mi querido Jurete — dije, e incluso yo mismo me sorprendí de la calma con la que lo dije — Parece mentira lo rápido que te has olvidado del ridículo que hicimos los gennins de Kusagakure en el Valle de los Dojos, ¿eh? He estado fortaleciendome; entrenando, prácticando nuevas técnicas, ampliar mi repertorio, fortalecer mi aptitudes físicas, realizando misiones para ser un mejor ninja... esas cosas he hecho, mi buen Jurete
Acepté su mano para no ser grosero. A fin de cuentas, aquel era casi con total seguridad mi mejor apoyo en toda la aldea, un buen amigo.
— ¿Qué hay de ti? ¿Holgazaneando?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa