4/09/2015, 22:37
Los bandidos no habían quedado conformes con el saco de dinero, seguían insistiendo en tratar de arrebatar todas las pertenencias de los genins. Al parecer el tema no se iba a poder resolver por las buenas, cuando Ayame se negó a entregar el resto de las cosas, «¿Pero que hace?» Un rápido pensamiento paso por la mente del shinobi. No sabían que fuerza podían tener estos ladrones, que aparte los superaban en número, sus vidas eran mucho más importantes.
Ichiro giro la cabeza sobre su hombro y observo a la muchacha, está parecía un poco nerviosa, pero en su rostro pudo ver que no estaba dispuesta de ninguna manera a entregar sus objetos, aunque el Hozuki no entendía que tanto valor podía tener una cosa material para ella, decidió ayudarla, por todas las veces que había presenciado lo mismo sin siquiera mover un pelo, esta vez le devolvería un favor.
Se devolvió a los malechores, esta vez los miro seriamente, mientras subio sus manos hacia la altura de su pecho y a continuación represento con manos los siguientes sellos, dragón, tigre, liebre y al terminar exclamo – Suiton!.- se inclinó hacia atrás como tomando impulso con el cuerpo y al volverse hacia delante rápidamente dijo las últimas palabras de la técnica –Mizurappa!.- tras esto, un chorro de agua con gran potencia salió de su boca disparado con dirección hacia los bandidos. Por el ancho de la técnica, supuso que afectaría a los tres por lo angosto del callejón.
Casi sin saber que tanto había afectado a los bandidos, Ichiro, tras expeler hasta la última gota de la técnica dio un giro rápido hacia Ayame, la tomo por el brazo casi llegando al codo, y comenzó a correr hacia la pared que tenían más cerca, - Espero que sepas trepar!. – y casi sin esperar contestación de la kunoichi, empezó a correr verticalmente por la pared, sin soltar el brazo de la muchacha.
Ichiro giro la cabeza sobre su hombro y observo a la muchacha, está parecía un poco nerviosa, pero en su rostro pudo ver que no estaba dispuesta de ninguna manera a entregar sus objetos, aunque el Hozuki no entendía que tanto valor podía tener una cosa material para ella, decidió ayudarla, por todas las veces que había presenciado lo mismo sin siquiera mover un pelo, esta vez le devolvería un favor.
Se devolvió a los malechores, esta vez los miro seriamente, mientras subio sus manos hacia la altura de su pecho y a continuación represento con manos los siguientes sellos, dragón, tigre, liebre y al terminar exclamo – Suiton!.- se inclinó hacia atrás como tomando impulso con el cuerpo y al volverse hacia delante rápidamente dijo las últimas palabras de la técnica –Mizurappa!.- tras esto, un chorro de agua con gran potencia salió de su boca disparado con dirección hacia los bandidos. Por el ancho de la técnica, supuso que afectaría a los tres por lo angosto del callejón.
Casi sin saber que tanto había afectado a los bandidos, Ichiro, tras expeler hasta la última gota de la técnica dio un giro rápido hacia Ayame, la tomo por el brazo casi llegando al codo, y comenzó a correr hacia la pared que tenían más cerca, - Espero que sepas trepar!. – y casi sin esperar contestación de la kunoichi, empezó a correr verticalmente por la pared, sin soltar el brazo de la muchacha.