3/06/2018, 17:27
Akame encargó la comida mientras Karma mantenía su semblante ausente, algo pensativo. De tanto en tanto le daba sorbos al té. Se encontraba más sosegada ahora que el turbio tema su vida familiar había quedado relegado a la nada para dar paso a asuntos más triviales.
Ya con el plato frente a ella, la kunoichi cayó en la cuenta de que se encontraba más hambrienta de lo que había creído en primera instancia. Después de todo había entrenado recientemente. Por ello tomó un pimiento empanado y se lo llevó al gaznate segundos más tarde. El delicioso sabor del rebozado y la verdura se disolvieron en armonía con el placentero sonido de un alimento crujiente partiéndose bajo la fuerza de las mandíbulas.
—Está muy bueno, el té también —respondió, haciendo gala de un humor más elevado—. Estoy de acuerdo, aunque la comida precocinada es muy práctica. Es barata y se prepara rápido, sin esfuerzo. Es perfecta para nosotros.
»Así que... ¿vienes mucho por aquí, sensei?
Su pregunta se vio acompañada de otra mirada furtiva a la jarra de cerveza, un movimiento de un solo instante.
Ya con el plato frente a ella, la kunoichi cayó en la cuenta de que se encontraba más hambrienta de lo que había creído en primera instancia. Después de todo había entrenado recientemente. Por ello tomó un pimiento empanado y se lo llevó al gaznate segundos más tarde. El delicioso sabor del rebozado y la verdura se disolvieron en armonía con el placentero sonido de un alimento crujiente partiéndose bajo la fuerza de las mandíbulas.
—Está muy bueno, el té también —respondió, haciendo gala de un humor más elevado—. Estoy de acuerdo, aunque la comida precocinada es muy práctica. Es barata y se prepara rápido, sin esfuerzo. Es perfecta para nosotros.
»Así que... ¿vienes mucho por aquí, sensei?
Su pregunta se vio acompañada de otra mirada furtiva a la jarra de cerveza, un movimiento de un solo instante.