4/06/2018, 18:34
—Aquí no va a morir nadie —respondió Ayame, agachándose junto a ella—. No mientras yo pueda evitarlo.
— Oh, vaya, así que estamos salvados gracias a ti, ¿Eh? — dije la mujer con un claro sarcasmo para después toser de forma repentina — Solo eres una niña. No puedes salvarnos a todos. De hecho, ya podrás considerarte aforunada si te salvas a ti misma
Ayame trató de cargar con la mujer, usando sus hombros para llevarla a una zona segura que estuviese por derrumbarse de un momento al otro.
— ¡Ay! Ten cuidado, niña
Lo cierto era que la mujer ayudaba mucho a la labor de salir de aquella tumba flamígera, lo cual acentuaba el hecho de que la amejin debería actuar rápido.
— Oye.. kunoichi, voy a avisar a Yota de que ya has encontrado a la madre de la niña
Sin esperar la aprobación de la hozuki, Kumopansa empezó a deshacer el camino y volvió al exterior.
— Creo que estoy alucinando — dijo aquella mujer, abriendo y cerrando sus ojos en un par de ocasiones — ¿Esa araña acababa de decir que mi niña está ahí fuera? ¿De verdad que está bien?
Con aquel par de preguntas, Ayame se había quedado sola, junto a la mujer que la había ninguneado hacia apenas unos segundos, sin la posibilidad de que Kumopansa pudiese echarle una telaraña o una patita.
— Oh, vaya, así que estamos salvados gracias a ti, ¿Eh? — dije la mujer con un claro sarcasmo para después toser de forma repentina — Solo eres una niña. No puedes salvarnos a todos. De hecho, ya podrás considerarte aforunada si te salvas a ti misma
Ayame trató de cargar con la mujer, usando sus hombros para llevarla a una zona segura que estuviese por derrumbarse de un momento al otro.
— ¡Ay! Ten cuidado, niña
Lo cierto era que la mujer ayudaba mucho a la labor de salir de aquella tumba flamígera, lo cual acentuaba el hecho de que la amejin debería actuar rápido.
— Oye.. kunoichi, voy a avisar a Yota de que ya has encontrado a la madre de la niña
Sin esperar la aprobación de la hozuki, Kumopansa empezó a deshacer el camino y volvió al exterior.
— Creo que estoy alucinando — dijo aquella mujer, abriendo y cerrando sus ojos en un par de ocasiones — ¿Esa araña acababa de decir que mi niña está ahí fuera? ¿De verdad que está bien?
Con aquel par de preguntas, Ayame se había quedado sola, junto a la mujer que la había ninguneado hacia apenas unos segundos, sin la posibilidad de que Kumopansa pudiese echarle una telaraña o una patita.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa