7/06/2018, 09:46
Los guardias escucharon atentamente la pequeña conversación entre los dos shinobi, pero permanecieron impasibles, como si no les importase lo más mínimo. El hombre seguía ahí, esperando a que Mogura le notificase la razón por la que abandonaba —o en este caso, abandonaban— la aldea.
—Partiremos hasta las cercanías de Shinogi-To. Hay un grupo de genin perdidos en acción y nos envían a encontrarlo.
El guardia miró el contenido del pergamino durante unos cortos segundos, luego miró a su compañera, que volvió a asentir firmemente.
—Bien, Manase-san, Yamanaka-san, mucha suerte con su misión y tengan mucho cuidado —dijo el hombre, retirándose hasta su puesto de nuevo.
Ahora la misión de Mogura y Reika acababa de comenzar oficialmente.
—Partiremos hasta las cercanías de Shinogi-To. Hay un grupo de genin perdidos en acción y nos envían a encontrarlo.
El guardia miró el contenido del pergamino durante unos cortos segundos, luego miró a su compañera, que volvió a asentir firmemente.
—Bien, Manase-san, Yamanaka-san, mucha suerte con su misión y tengan mucho cuidado —dijo el hombre, retirándose hasta su puesto de nuevo.
Ahora la misión de Mogura y Reika acababa de comenzar oficialmente.