13/06/2018, 22:33
Cuando Kila avanzó camino arriba, abandonando el puerto, pudo distinguir la silueta de un hombre recortada entre las sombras. Se encontraba en el desvío que había hacia los almacenes, a mitad de camino. Estaba de pie, y una luz diminuta brillaba en sus labios. Estaba fumando.
Y no parecía que se fuese a mover.
En el cielo, sobre la ciudad, unos fuegos artificiales fugaces. La fiesta en Taikarune había comenzado.
Y no parecía que se fuese a mover.
En el cielo, sobre la ciudad, unos fuegos artificiales fugaces. La fiesta en Taikarune había comenzado.