14/06/2018, 19:51
Yui dejó escapar una última risotada y se dió la vuelta. Ágilmente saltó por encima de su escritorio, como Kaido ya había acostumbrado a presenciar, y volvió a observar la aldea a través de los ventanales.
—Vuelve a casa y prepárate —dijo—. Está noche estarán allí.
Antes de que el tiburón abandonara la habitación, Yui añadió:
—Ah, y Kaido. No me falles.
—Vuelve a casa y prepárate —dijo—. Está noche estarán allí.
Antes de que el tiburón abandonara la habitación, Yui añadió:
—Ah, y Kaido. No me falles.