14/06/2018, 21:51
Durante unos hermosos segundos, parecía que la técnica de Juro funcionaba, la enorme pata del panda retrocedió llevada por la enorme fuerza del vendaval. Sin embargo, el animal había puesto toda su fuerza y todo su peso en aquel golpe, el jutsu consiguió retrasar lo inevitable. La pata del panda volvió a caer con todo su peso tan pronto como terminó la técnica.
Esos preciados segundos que había conseguido sirvieron para que Jin volviese en sí y le pegase un buen empujón a Juro antes de echarse él para el lado contrario, quedando cada uno a un lado del oso.
Sin embargo, el animal no había tenido suficiente, llevaba ya un buen rato en un conflicto constante y aún así parecía seguir yendo cada vez a más. Sin dar un descanso, volvió a golpear a Juro con su otra pata delantera. El shinobi estaba en el suelo por el empujón de Jin y el panda no parecía estar apuntando, sino intentando aplastar cualquier cosa que fuese minimamente de Juro.
Así, el primer golpe lo recibiría de lleno en la pierna izquierda, irremediablemente, y si no actuaba con rapidez, el segundo golpe le alcanzaría ambas piernas. El panda estaba usando todo su peso y fuerza en cada golpe, debido, sin duda, al fragor de la batalla y a todas las heridas que había ido recibiendo.
Daigo, por su parte, se había levantado sin dudar ni revisar sus heridas, porque era posible que hubiese algún herido al que atender. De pie una vez en el suelo, se daría cuenta de que el único herido que había en los alrededores era él. Y, de hecho, no heridos tampoco había. No sería capaz de encontrar ni un alma en la aldea, seguramente habían huido a toda prisa en cuanto había empezado la pelea de verdad. Sobretodo los de las casas en primera linea de fuego.
Las piernas le aguantaban el cuerpo por inercia, seguramente si se sentaba no sería capaz de volver a levantarse, las manos las tenía aguantándose el cuerpo, porque parecía que se iba a venir abajo si dejaba de apretarse las heridas y los golpes. En general, no se sentía como para bailar para celebrar su victoria.
Desde su posición podría ver a Juro caer al suelo y al oso ensañarse con él. El panda estaba malherido, por resumirlo porque era más rojo que blanco, tenía más heridas que Daigo y perdía mucha más sangre que Daigo, pero también parecía tener cinco o seis veces la energía que tenía Daigo.
Algo le decía que si no había caído ya, no era probable que lo hiciese antes de destrozar a Juro y a Jin, pero, Juro tendría algún truco bajo la manga, ¿no? Ese mismo algo le decía que si entraba otra vez en escena y atacaba al panda, era probable que no llegase a cobrar la recompensa de esa misión.
Esos preciados segundos que había conseguido sirvieron para que Jin volviese en sí y le pegase un buen empujón a Juro antes de echarse él para el lado contrario, quedando cada uno a un lado del oso.
Sin embargo, el animal no había tenido suficiente, llevaba ya un buen rato en un conflicto constante y aún así parecía seguir yendo cada vez a más. Sin dar un descanso, volvió a golpear a Juro con su otra pata delantera. El shinobi estaba en el suelo por el empujón de Jin y el panda no parecía estar apuntando, sino intentando aplastar cualquier cosa que fuese minimamente de Juro.
Así, el primer golpe lo recibiría de lleno en la pierna izquierda, irremediablemente, y si no actuaba con rapidez, el segundo golpe le alcanzaría ambas piernas. El panda estaba usando todo su peso y fuerza en cada golpe, debido, sin duda, al fragor de la batalla y a todas las heridas que había ido recibiendo.
Daigo, por su parte, se había levantado sin dudar ni revisar sus heridas, porque era posible que hubiese algún herido al que atender. De pie una vez en el suelo, se daría cuenta de que el único herido que había en los alrededores era él. Y, de hecho, no heridos tampoco había. No sería capaz de encontrar ni un alma en la aldea, seguramente habían huido a toda prisa en cuanto había empezado la pelea de verdad. Sobretodo los de las casas en primera linea de fuego.
Las piernas le aguantaban el cuerpo por inercia, seguramente si se sentaba no sería capaz de volver a levantarse, las manos las tenía aguantándose el cuerpo, porque parecía que se iba a venir abajo si dejaba de apretarse las heridas y los golpes. En general, no se sentía como para bailar para celebrar su victoria.
Desde su posición podría ver a Juro caer al suelo y al oso ensañarse con él. El panda estaba malherido, por resumirlo porque era más rojo que blanco, tenía más heridas que Daigo y perdía mucha más sangre que Daigo, pero también parecía tener cinco o seis veces la energía que tenía Daigo.
Algo le decía que si no había caído ya, no era probable que lo hiciese antes de destrozar a Juro y a Jin, pero, Juro tendría algún truco bajo la manga, ¿no? Ese mismo algo le decía que si entraba otra vez en escena y atacaba al panda, era probable que no llegase a cobrar la recompensa de esa misión.