16/06/2018, 18:08
Una emboscada en toda regla. Kila —Kaido—, actuando como cebo; Yoku Reon, como mano ejecutora. Sus pasos le delataron, no obstante, cuando se acercaba a la pobre presa, quien giró la cabeza justo en el momento en que recibió el impacto —en la sien, y no en la nuca—. La llave inglesa salpicó sangre, y el cuerpo cayó inerte, como un saco de patatas.
—Joder, ¿lo he matado? —farfulló Reon, llevándose una mano a la cabeza. Sudaba por cada poro de su piel y tenía la nariz empolvada. Shenfu Kano le había dado una inyección de moral con sus polvos mágicos.
—Joder, ¿lo he matado? —farfulló Reon, llevándose una mano a la cabeza. Sudaba por cada poro de su piel y tenía la nariz empolvada. Shenfu Kano le había dado una inyección de moral con sus polvos mágicos.