16/06/2018, 18:49
La mujer miró al infractor caer lapidado a su lado. Luego a Reon, que parecía a punto de perder la cordura en cualquier momento. Ella le tomó de brazo y le obligó a bajar la llave, mientras le veía con ojos poco apremiantes.
—¡No era necesaria tanta fuerza, maldito idiota! —farfulló entre dientes, mientras las manos de Kila se veían forzadas a medir el pulso del tipo—. joder, Reon, este tipo está ...
Esperaba que estuviera vivo. Porque él podría vivir con ello, pero Reon, en cambio...
—Quédate con él, trata de buscarle ayuda. Kano, tú vienes conmigo.
Kila ya no era más Kila. Ahora era un hombre de bigote con aspecto austero, y un cigarrillo cociéndole la mano con las cenizas. La otra, sosteniendo a un Kano que vulnerable, se había convertido súbitamente en su mayor rehén. Forcejeaba con él y aparentaba avanzar a cántaros mientras buscaba avanzar hasta los almacenes en los que se encontrara el jefe.
—¡No era necesaria tanta fuerza, maldito idiota! —farfulló entre dientes, mientras las manos de Kila se veían forzadas a medir el pulso del tipo—. joder, Reon, este tipo está ...
Esperaba que estuviera vivo. Porque él podría vivir con ello, pero Reon, en cambio...
—Quédate con él, trata de buscarle ayuda. Kano, tú vienes conmigo.
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Kila ya no era más Kila. Ahora era un hombre de bigote con aspecto austero, y un cigarrillo cociéndole la mano con las cenizas. La otra, sosteniendo a un Kano que vulnerable, se había convertido súbitamente en su mayor rehén. Forcejeaba con él y aparentaba avanzar a cántaros mientras buscaba avanzar hasta los almacenes en los que se encontrara el jefe.