22/06/2018, 14:36
Akame esperó, paciente, la respuesta de su alumna. Agarraba la taza de té con ambas manos y bebía a cortos sorbos mientras intentaba que en su rostro no se notase la anticipación. Karma había probado ser una muchacha del todo apocada y con nula iniciativa, pero se intuía bajo aquella capa de autodesprecio una mente prometedora.
La respuesta no decepcionó al jōnin, pero Akame decidió que debía dosificar juiciosamente sus halagos. Una personalidad frágil era tan vulnerable al castigo excesivo como a la alabanza sin criterio. Se limitó, por ello, a asentir para dar por buena la respuesta.
—En efecto, es correcto. El miedo es lo que te mantendrá a salvo en ciertas situaciones, si es que eres capaz de controlarlo. El miedo puede darte fuerzas en un momento de flaqueza, puede aguzar tus sentidos y tu mente. El ninja que no teme a nada, muere joven —aseguró el Uchiha.
Con dos grandes tragos Akame terminó su taza de té.
—De cualquier modo, creo que sería interesante visitar ese riachuelo. ¿Por dónde dices que queda?
La respuesta no decepcionó al jōnin, pero Akame decidió que debía dosificar juiciosamente sus halagos. Una personalidad frágil era tan vulnerable al castigo excesivo como a la alabanza sin criterio. Se limitó, por ello, a asentir para dar por buena la respuesta.
—En efecto, es correcto. El miedo es lo que te mantendrá a salvo en ciertas situaciones, si es que eres capaz de controlarlo. El miedo puede darte fuerzas en un momento de flaqueza, puede aguzar tus sentidos y tu mente. El ninja que no teme a nada, muere joven —aseguró el Uchiha.
Con dos grandes tragos Akame terminó su taza de té.
—De cualquier modo, creo que sería interesante visitar ese riachuelo. ¿Por dónde dices que queda?