26/06/2018, 00:30
Kaido maldijo. Y lo hizo como nunca lo había hecho, saboreando cada una de las sílabas. El hijo de puta era muy fuerte, y se le había escapado; de nuevo.
—Mierda, puta —dijo. Tambaleó en su parcela y su cuerpo, ahora endeble, pareció desfallecer por un momento a tal punto de que su rodilla tocó tierra. Respiró profundo y miró a Kano con los ojos bañados en ira y a la misma vez, en debilidad. Kaido lucía vulnerable, y eso no era normal en él—. ya estaba muerto, Kano.
El gyojin se levantó a trompicones y luchó por recuperar la compostura, a la vez que retiraba una pequeña píldora de su portaobjetos. La puso en su boca y tragó. Entonces intercaló la mirada entre el cadáver del muchacho, el camino por donde se había escapado el Katame original —convencido de que tendría que haber dejado un rastro de sangre en el trayecto— y del almacén. En donde el clon había elegido esconderse, con el rabo entre las patas.
—Tienes que irte, llévate a Koe a donde Jitsuna e informa de todo lo que has visto aquí. Que pidan asistencia de algún conocedor de Fūinjutsu y la liberen. ¿Me estás escuchando, Kano?
Kaido caminó hasta la uchigatana de Katame, tomándola por el mango.
—Mierda, puta —dijo. Tambaleó en su parcela y su cuerpo, ahora endeble, pareció desfallecer por un momento a tal punto de que su rodilla tocó tierra. Respiró profundo y miró a Kano con los ojos bañados en ira y a la misma vez, en debilidad. Kaido lucía vulnerable, y eso no era normal en él—. ya estaba muerto, Kano.
El gyojin se levantó a trompicones y luchó por recuperar la compostura, a la vez que retiraba una pequeña píldora de su portaobjetos. La puso en su boca y tragó. Entonces intercaló la mirada entre el cadáver del muchacho, el camino por donde se había escapado el Katame original —convencido de que tendría que haber dejado un rastro de sangre en el trayecto— y del almacén. En donde el clon había elegido esconderse, con el rabo entre las patas.
—Tienes que irte, llévate a Koe a donde Jitsuna e informa de todo lo que has visto aquí. Que pidan asistencia de algún conocedor de Fūinjutsu y la liberen. ¿Me estás escuchando, Kano?
Kaido caminó hasta la uchigatana de Katame, tomándola por el mango.