30/06/2018, 05:16
Y como la sombra de un demonio que se atreve a volver a jugar a los planos terrenales de los que fue expulsado, la del dragón abandonó los linderos del galpón que le hubo servido como escondrijo temporal para preparar su emboscada y atizó a Kano para que este cayera fuera a caer al suelo, de rodillas. Sin embargo, antes de que estas tocaran tierra; la mano del tiburón se había torcido apenas una milímetro y su chakra ya había potenciado la luz de la luna, o de algún farol, con la fuerza de mil soles.
Bastó un brillo, y un movimiento que al unísono de su otra mano le permitió aparecer súbitamente frente al cegado clon, sosteniéndole el brazo que iba a amenazar a Kano con la kunai, y con esa Uchigatana que alguna vez le habría servido fielmente atravesándole la garganta.
Bastó un brillo, y un movimiento que al unísono de su otra mano le permitió aparecer súbitamente frente al cegado clon, sosteniéndole el brazo que iba a amenazar a Kano con la kunai, y con esa Uchigatana que alguna vez le habría servido fielmente atravesándole la garganta.