1/07/2018, 15:21
Como ya se había mencionado, el barco Baratie era enorme. Tremendo. Y con semejante casco, debía tener un ancla a la altura. Kaido la halló en el lateral de la cubierta, pero no era una de esas que uno podía coger con toda la tranquilidad del mundo y lanzarla al mar. Había, en su lugar, un mecanismo para ello. Y es que las cadenas que la sujetaban eran todas gordas, que probablemente llegasen a pesar una tonelada. Ya ni hablemos del rezón.
Por eso, la cadena estaba enrollada dentro de un mecanismo, que Kaido pudo activar tirando de una palanca. Se oyó un enorme ¡plop!, y la cadena empezó a girar, liberándose mientras caía al fondo del mar.
¿Habían sido imaginaciones suyas, o había oído algo enorme caer sobre el agua?
Katame se encontraba en lo alto de la vela mayor, tratando de desatar las cuerdas para que se abriese y le diese una inyección de velocidad al barco. Aquel trabajo no estaba hecho para solo una persona, pero estaba cansado y ya había gastado demasiado chakra como para crear más clones.
Sus ojos buscaron ávidos la zona donde se tiraba del ancla, y, entonces, le vio.
—Pedazo hijo de puta —masculló.
Fue en ese momento cuando se oyó algo terrible. Un crujido espantoso. El barco se sacudió de pronto, haciendo que aquel ninja entrometido perdiese el equilibrio y casi consiguiendo que el propio Katame cayese al vacío. Se desplomó varios metros y se agarró a unas mallas de cuerda de milagro.
—Voy a matarle… Voy a matarle.
Kaido, tras caer al suelo, vio la silueta de Katame bajando por la malla de cuerda. Tenía un brillo enfermizo en la mirada. Una mirada que le apuntaba directamente a él. También pudo ver que se había improvisado unas vendas con un trozo de tela, que envolvían su cabeza y taponaban el hueco dejado por su oreja.
Por eso, la cadena estaba enrollada dentro de un mecanismo, que Kaido pudo activar tirando de una palanca. Se oyó un enorme ¡plop!, y la cadena empezó a girar, liberándose mientras caía al fondo del mar.
• • •
¿Habían sido imaginaciones suyas, o había oído algo enorme caer sobre el agua?
Katame se encontraba en lo alto de la vela mayor, tratando de desatar las cuerdas para que se abriese y le diese una inyección de velocidad al barco. Aquel trabajo no estaba hecho para solo una persona, pero estaba cansado y ya había gastado demasiado chakra como para crear más clones.
Sus ojos buscaron ávidos la zona donde se tiraba del ancla, y, entonces, le vio.
—Pedazo hijo de puta —masculló.
Fue en ese momento cuando se oyó algo terrible. Un crujido espantoso. El barco se sacudió de pronto, haciendo que aquel ninja entrometido perdiese el equilibrio y casi consiguiendo que el propio Katame cayese al vacío. Se desplomó varios metros y se agarró a unas mallas de cuerda de milagro.
—Voy a matarle… Voy a matarle.
• • •
Kaido, tras caer al suelo, vio la silueta de Katame bajando por la malla de cuerda. Tenía un brillo enfermizo en la mirada. Una mirada que le apuntaba directamente a él. También pudo ver que se había improvisado unas vendas con un trozo de tela, que envolvían su cabeza y taponaban el hueco dejado por su oreja.