1/07/2018, 17:18
Hidetaka los miró fijamente, atravesándolos con sus ojos marrón claro con pequeñas motas esmeralda, tan similares al tronco de un roble. Parecía que quería verles hasta el alma, juzgar si estaban preparados para algo así. El silencio se hizo tan denso como el hierro. Karma titubeó bajo la mirada del capitán, desviando la suya propia hacia el suelo.
—Vaya, ¿queréis demostrar vuestra inocencia? —barajó. En realidad, ninguno de los dos ninjas querían meterse en el ajo por eso, ¿no habían sido puestos ya en libertad?—. Hmm... ¿ninja médica, dices? Eso sería útil, desde luego...
El veterano militar chasqueó la lengua.
—¡Bah! ¿Por qué no? Nos vendrán bien las manos extra, especialmente si son manos de ninja, ESPECIALMENTE alguien con conocimientos de medicina —afirmó, encogiéndose de hombros—. Pero antes de nada, aunque quizás es una pregunta un poco estúpida, necesito asegurarme: ¿podéis defenderos solitos, no? El asesino es peligroso, creo que eso es algo que todos tenemos claro.
Karma asintió.
—A los ninjas médico se nos enseña a quedarnos en la retaguardia para no ser heridos y poder auxiliar a nuestros compañeros. Pero si es necesario, sí, soy capaz de defenderme, he recibido entrenamiento como cualquier otra kunoichi.
No es que la pelivioleta confiara plenamente en sus capacidades pero... tampoco había mentido. Podía defenderse, sin lugar a dudas; ahora bien, que su oponente fuese más hábil o fuerte que ella y la neutralizase con facilidad, eso era otra historia...
—Vaya, ¿queréis demostrar vuestra inocencia? —barajó. En realidad, ninguno de los dos ninjas querían meterse en el ajo por eso, ¿no habían sido puestos ya en libertad?—. Hmm... ¿ninja médica, dices? Eso sería útil, desde luego...
El veterano militar chasqueó la lengua.
—¡Bah! ¿Por qué no? Nos vendrán bien las manos extra, especialmente si son manos de ninja, ESPECIALMENTE alguien con conocimientos de medicina —afirmó, encogiéndose de hombros—. Pero antes de nada, aunque quizás es una pregunta un poco estúpida, necesito asegurarme: ¿podéis defenderos solitos, no? El asesino es peligroso, creo que eso es algo que todos tenemos claro.
Karma asintió.
—A los ninjas médico se nos enseña a quedarnos en la retaguardia para no ser heridos y poder auxiliar a nuestros compañeros. Pero si es necesario, sí, soy capaz de defenderme, he recibido entrenamiento como cualquier otra kunoichi.
No es que la pelivioleta confiara plenamente en sus capacidades pero... tampoco había mentido. Podía defenderse, sin lugar a dudas; ahora bien, que su oponente fuese más hábil o fuerte que ella y la neutralizase con facilidad, eso era otra historia...