2/07/2018, 04:17
(Última modificación: 2/07/2018, 04:18 por Umikiba Kaido.)
La piel de su mano chocó con la de Katame, mucho más áspera que la suya. Con más vivencias plasmadas sobre ellas. Su golpe no había encajado donde había querido, y ahora el dragón tenía la potestad de enviar una patada baja. Una de las piernas de Kaido se entrometió en el ataque mientras la otra yacía de apoyo, abierta. La que recibió el impacto, sin embargo, se partió en un alarido de agua que se acabó mezclando con el océano mismo.
Mientras todo eso ocurría, su brazo derecho se había encorvado también. Ahora era el codo suyo, azulado, que amenazaba con dar un fuerte porrazo en la manzana de adán de Katame.
Mientras todo eso ocurría, su brazo derecho se había encorvado también. Ahora era el codo suyo, azulado, que amenazaba con dar un fuerte porrazo en la manzana de adán de Katame.