2/07/2018, 04:38
(Última modificación: 2/07/2018, 04:39 por Umikiba Kaido.)
Su codo aterrizó sobre la pera de Katame, atizando el interior de su garganta y cortando, quizás, parte de su respiración. O esa fue la sensación que le dio al escualo cuando vio caer a su oponente de culo, con el rostro afligido mientras sus intentonas de bocanadas no le parecían ayudar en lo absoluto. Entonces Kaido se le fue encima para aprovechar su momento de debilidad, pero el maremoto que sintió bajo suyo le obligó a detenerse. El buitre iba a resurgir.
Los pies de Kaido cesaron la corriente de chakra, y se perdió finalmente en el océano. Nadó en la negrura, y tomó la pierna de Katame para que le acompañara también. Le iba a mostrar de dónde coño venía. Y lo que ahora se iba a convertir en su jodida tumba.
Los pies de Kaido cesaron la corriente de chakra, y se perdió finalmente en el océano. Nadó en la negrura, y tomó la pierna de Katame para que le acompañara también. Le iba a mostrar de dónde coño venía. Y lo que ahora se iba a convertir en su jodida tumba.