10/07/2018, 02:06
La blanca habitación pasó a segundo plano en cuanto recibió un abrazo de oso de parte de Shenfu Kano. Kaido se quejó, adolorido y trató de apaciguar al cocinero, que lucía eufórico por su supervivencia. O quizás, más por la de su puto barco.
El escualo le dio dos palmadas en la espalda.
—Quita, viejo, quita —le pidió, mientras trataba de sentarse sobre la cama. Echó un vistazo a su alrededor para ver si había alguien más, y buscó a Kano nuevamente con la mirada—. ¿cómo está ella? ¿Koe?
»También te devolví a tu hija sana y salva. Aunque con algunos moretones. ¿Te lo dije o no te lo dije?
El escualo le dio dos palmadas en la espalda.
—Quita, viejo, quita —le pidió, mientras trataba de sentarse sobre la cama. Echó un vistazo a su alrededor para ver si había alguien más, y buscó a Kano nuevamente con la mirada—. ¿cómo está ella? ¿Koe?
»También te devolví a tu hija sana y salva. Aunque con algunos moretones. ¿Te lo dije o no te lo dije?