10/07/2018, 17:59
—Yo no sé si sería capaz de aguantar la lluvia todos lo días de mi vida, tiene que ser algo triste.
No ser capaz de aguantar todo un día de lluvia no solo era impensable para algunas personas, incluso algunos habitantes de Ame pensaban o demostraban lo mismo, inclusive algunos de sus shinobis se protegían del velo acuoso con los tradicionales paraguas o cubrían todo su cuerpo con impermeables.
—Será cuestión de costumbre, a mi no me parece triste que todo el día esté lloviendo.— Agregué sin darle mucho más importancia al asunto, después de todo, no todos compartían el mismo placer de verse protegidos por la bendición de Amenokami.
La conversación tomó el rumbo que Riko quería, o eso esperaba... Fue su idea el de actualizarnos y por ello esperaba que tuviera algo interesante que contar, pero... ¿Cuánto podría revelar él a un shinobi de otra villa? Entonces el peliblanco admitió que no tenía mucho que contar, por lo que que pude intuir que era él quien buscaba algo en particular, aunque esto pudiera no ser del todo cierto.
—¿Habéis venido muchos de Ame a hacer el examen?
—No tantos como nuestra participación en el torneo de los dojos, pero al parecer nuestra presencia es mayor, como en aquel evento.— Conciso y preciso, tampoco es que fuésemos muchos, sino que los participantes de otras villas eran más bien pocos, he ahí la diferencia. —Aunque bueno, eso no indica en que la mayoría de chuunins vayan a pertenecer a la lluvia, sí aumenta su probabilidad de que suceda, pero también puede que no ascienda ninguno.
—Escuché que este jardín es un verdadero espectáculo cuando los cerezos florecen, es una lástima que el examen no se realizó en primavera.
No ser capaz de aguantar todo un día de lluvia no solo era impensable para algunas personas, incluso algunos habitantes de Ame pensaban o demostraban lo mismo, inclusive algunos de sus shinobis se protegían del velo acuoso con los tradicionales paraguas o cubrían todo su cuerpo con impermeables.
—Será cuestión de costumbre, a mi no me parece triste que todo el día esté lloviendo.— Agregué sin darle mucho más importancia al asunto, después de todo, no todos compartían el mismo placer de verse protegidos por la bendición de Amenokami.
La conversación tomó el rumbo que Riko quería, o eso esperaba... Fue su idea el de actualizarnos y por ello esperaba que tuviera algo interesante que contar, pero... ¿Cuánto podría revelar él a un shinobi de otra villa? Entonces el peliblanco admitió que no tenía mucho que contar, por lo que que pude intuir que era él quien buscaba algo en particular, aunque esto pudiera no ser del todo cierto.
—¿Habéis venido muchos de Ame a hacer el examen?
—No tantos como nuestra participación en el torneo de los dojos, pero al parecer nuestra presencia es mayor, como en aquel evento.— Conciso y preciso, tampoco es que fuésemos muchos, sino que los participantes de otras villas eran más bien pocos, he ahí la diferencia. —Aunque bueno, eso no indica en que la mayoría de chuunins vayan a pertenecer a la lluvia, sí aumenta su probabilidad de que suceda, pero también puede que no ascienda ninguno.
—Escuché que este jardín es un verdadero espectáculo cuando los cerezos florecen, es una lástima que el examen no se realizó en primavera.