13/07/2018, 17:56
A pesar de su aspecto y su voz gutural, el anciano se mostró bastante amable a opinión de Juro. Empezó por darle unas palabras de aliento, que probablemente no muchos habrían tenido.
—Buenos días, primero déjame darte la enhorabuena, y permiteme la licencia poética, pero creo que toda Kusagakure estará de acuerdo conmigo en que estás representando a la villa como se merece.
— Muchas gracias — dijo, diligente. Juro era consciente de por qué. Él mismo había ido a mirar sus notas a la academia y había descubierto que rozaba el 8. Era la nota más alta. ¡La más alta! ¿Quién iba a imaginar algo así? Aun así, esto no se le había subido a la cabeza, aunque si que le había dado algo más de confianza. No lo estaba haciendo tan mal, al menos. Solo quería no pifiarla en la parte práctica y dejar claro que solo era un cerebrito.
El hombre hizo una pausa para dejar el vaso en la mesa, y Juro no pudo evitar mirar el vaso, fijamente, como si fuese su enemigo. Probablemente, lo era.
—Bueno, vamos con la explicación. Presta atención y no interrumpas.
Juro asintió, sin darse cuenta.
—Supongo que ya te has dado cuenta de que la prueba ya ha empezado. Los siguientes ejercicios se presentaran a través de una ilusión, un Genjutsu. Con una técnica compleja se te plantearan situaciones en las que tendrás que tomar una decisión, una vez hayas decidido, la propia ilusión te dejara un tiempo para que expliques tu razonamiento. Tras un par de situaciones, la ilusión finalizará y podrás hacerme una pregunta, la que quieras, y yo te contestaré con total sinceridad, si es que sé la respuesta. Es obvio que deshacer la ilusión o abandonar el aula de cualquier forma antes de que finalice la prueba se contará como abandono.
Juro empezó a sentirse un poco incómodo. Iban a meterle en un genjutsu. No es que tuviese nada en contra de ellos, pero no tenía mucha costumbre, por no decir que no había estado en uno antes. ¿Cómo se sentiría? ¿Dolería?
« No seas crío. Lo que te dolerá es lo que haya dentro » —le susurró su conciencia. El hombre lo había dicho. Decisiones morales, probablemente, y complicadas. Al menos, podría explicar el por qué. Aun así, no le daba buena espina. Si ya le había costado las preguntas de forma teórica, si encima lo iba a vivir en una ilusión...
— Puede que tengas que tomar decisiones duras o presenciar escenas realmente traumaticas, abandonar ahora no te penalizará, y aún tendrás algunos puntos solo por haberte sentado. ¿Estás seguro que quieres continuar?
¿Puntos por haberse sentado? ¿Cómo iba a eso? "Bueno, no hizo la prueba, pero al menos supo colocar su culo en el asiento". Menudo bochorno.
El anciano se reía de él. Lo supo por su tono de voz. Era un examinador, y no estaba preocupado por él. Más bien, estaba probandole. No dudaba en que las pruebas fuesen duras, pero si no lo hacía, nunca lo sabría. Esto era un muro que tenía que pasar como genin, o al menos, intentar pasarlo. Si se rendía ahora, ¿Qué opción le quedaría? ¿Presentarse el año que viene y esperar tener valor suficiente al menos como para ver que había detrás de la cortina? No. No le gustaba, pero la decisión estaba más que tomada.
El olor dulce del chocolate parecía inundar la sala y asfixiarle. El vaso estaba rebosante, y parecía más cerca. Era como un maldito monstruo que se acercaba cuando él no estaba mirando. Si se despistaba, escalaría por su garganta. Juro ya estaba sudando. Tenía mucho calor.
— Si. Quiero continuar — No sabía exactamente cuál era el objetivo de las preguntas, ni por qué su voz le sonaba tanto. Pero Juro supo que solo había una forma de averiguarlo. Haría el examen.
—Buenos días, primero déjame darte la enhorabuena, y permiteme la licencia poética, pero creo que toda Kusagakure estará de acuerdo conmigo en que estás representando a la villa como se merece.
— Muchas gracias — dijo, diligente. Juro era consciente de por qué. Él mismo había ido a mirar sus notas a la academia y había descubierto que rozaba el 8. Era la nota más alta. ¡La más alta! ¿Quién iba a imaginar algo así? Aun así, esto no se le había subido a la cabeza, aunque si que le había dado algo más de confianza. No lo estaba haciendo tan mal, al menos. Solo quería no pifiarla en la parte práctica y dejar claro que solo era un cerebrito.
El hombre hizo una pausa para dejar el vaso en la mesa, y Juro no pudo evitar mirar el vaso, fijamente, como si fuese su enemigo. Probablemente, lo era.
—Bueno, vamos con la explicación. Presta atención y no interrumpas.
Juro asintió, sin darse cuenta.
—Supongo que ya te has dado cuenta de que la prueba ya ha empezado. Los siguientes ejercicios se presentaran a través de una ilusión, un Genjutsu. Con una técnica compleja se te plantearan situaciones en las que tendrás que tomar una decisión, una vez hayas decidido, la propia ilusión te dejara un tiempo para que expliques tu razonamiento. Tras un par de situaciones, la ilusión finalizará y podrás hacerme una pregunta, la que quieras, y yo te contestaré con total sinceridad, si es que sé la respuesta. Es obvio que deshacer la ilusión o abandonar el aula de cualquier forma antes de que finalice la prueba se contará como abandono.
Juro empezó a sentirse un poco incómodo. Iban a meterle en un genjutsu. No es que tuviese nada en contra de ellos, pero no tenía mucha costumbre, por no decir que no había estado en uno antes. ¿Cómo se sentiría? ¿Dolería?
« No seas crío. Lo que te dolerá es lo que haya dentro » —le susurró su conciencia. El hombre lo había dicho. Decisiones morales, probablemente, y complicadas. Al menos, podría explicar el por qué. Aun así, no le daba buena espina. Si ya le había costado las preguntas de forma teórica, si encima lo iba a vivir en una ilusión...
— Puede que tengas que tomar decisiones duras o presenciar escenas realmente traumaticas, abandonar ahora no te penalizará, y aún tendrás algunos puntos solo por haberte sentado. ¿Estás seguro que quieres continuar?
¿Puntos por haberse sentado? ¿Cómo iba a eso? "Bueno, no hizo la prueba, pero al menos supo colocar su culo en el asiento". Menudo bochorno.
El anciano se reía de él. Lo supo por su tono de voz. Era un examinador, y no estaba preocupado por él. Más bien, estaba probandole. No dudaba en que las pruebas fuesen duras, pero si no lo hacía, nunca lo sabría. Esto era un muro que tenía que pasar como genin, o al menos, intentar pasarlo. Si se rendía ahora, ¿Qué opción le quedaría? ¿Presentarse el año que viene y esperar tener valor suficiente al menos como para ver que había detrás de la cortina? No. No le gustaba, pero la decisión estaba más que tomada.
El olor dulce del chocolate parecía inundar la sala y asfixiarle. El vaso estaba rebosante, y parecía más cerca. Era como un maldito monstruo que se acercaba cuando él no estaba mirando. Si se despistaba, escalaría por su garganta. Juro ya estaba sudando. Tenía mucho calor.
— Si. Quiero continuar — No sabía exactamente cuál era el objetivo de las preguntas, ni por qué su voz le sonaba tanto. Pero Juro supo que solo había una forma de averiguarlo. Haría el examen.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60