10/09/2015, 09:12
El brazo de Ayame se resbalo bruscamente por la mano de Ichiro, este confiado, creía que había tomado las decisiones correctas, pero aquel importuno lo paro en seco de forma vertical contra la pared, aun con el brazo extendió hacia atrás, se giró sobre su eje con cara de asombro mezclada con miedo, algo que cayera de aquella enorme altura podría llevarse lastimaduras graves o hasta fatales. Dio un paso desesperado intentando tomar de nuevo a la muchacha, pero fue en vano, la velocidad con la que fue arrastrada hacia abajo fue mucho más veloz que los movimientos del chico, que no pudo hacer nada más que mirar con asombro y terror como la chica caía al vacío, teniendo como meta el piso de callejón.
No obstante, al tener contacto con el suelo, Ayame, estallo en forma de agua, prácticamente desapareciendo de la escena. «¿Qué demonios fue eso?» se repitió el ninja en su mente, todavía no podía borrar la cara de asombro, un sudor frió empezó a bajar por su frente, mientras que un hormigueo intenso subía por su cabeza. «No puede ser, ¿será que ella es también una Hozuki»
Ichiro apretó sus dientes, ahora una tormenta de dudas invadía su cabeza. Ninguna vez en su vida se había cruzado con alguien de su mismo clan, y aunque tampoco le había prestado mucho esfuerzo en hacerlo, su primer cruce, le estaba provocando sensaciones confusas en su cabeza.
Intento moverse un poco, y volvió en sí, pestaño rápido varias veces mientras movió su cabeza, tratando de desclavar sus ojos del punto donde la muchacha había explotado en agua. Escucho a los bandidos discutir entre sí, era su oportunidad, al parecer, si sus suposiciones eran correctas la muchacha estaría a salvo, de lo contrario él intentaría encontrarla, pero estaba dispuesto en acabar con lo que tantos problemas le habían acarreado, no podía dejar que estas personas continuaran acosando a niños del pueblo.
Aprovechando el momento de confusión, los músculos de sus brazos comenzaron a hincharse y mientras los ladrones aun intercambiaban palabras, salto muro abajo intentando sorprender al malhechor que estaba más cerca de la pared con un golpe en la cabeza.
No obstante, al tener contacto con el suelo, Ayame, estallo en forma de agua, prácticamente desapareciendo de la escena. «¿Qué demonios fue eso?» se repitió el ninja en su mente, todavía no podía borrar la cara de asombro, un sudor frió empezó a bajar por su frente, mientras que un hormigueo intenso subía por su cabeza. «No puede ser, ¿será que ella es también una Hozuki»
Ichiro apretó sus dientes, ahora una tormenta de dudas invadía su cabeza. Ninguna vez en su vida se había cruzado con alguien de su mismo clan, y aunque tampoco le había prestado mucho esfuerzo en hacerlo, su primer cruce, le estaba provocando sensaciones confusas en su cabeza.
Intento moverse un poco, y volvió en sí, pestaño rápido varias veces mientras movió su cabeza, tratando de desclavar sus ojos del punto donde la muchacha había explotado en agua. Escucho a los bandidos discutir entre sí, era su oportunidad, al parecer, si sus suposiciones eran correctas la muchacha estaría a salvo, de lo contrario él intentaría encontrarla, pero estaba dispuesto en acabar con lo que tantos problemas le habían acarreado, no podía dejar que estas personas continuaran acosando a niños del pueblo.
Aprovechando el momento de confusión, los músculos de sus brazos comenzaron a hincharse y mientras los ladrones aun intercambiaban palabras, salto muro abajo intentando sorprender al malhechor que estaba más cerca de la pared con un golpe en la cabeza.