15/07/2018, 23:32
«No pregunto. No interrumpo. No me quejo por lo bajo. Entendido.»
De modo que Daruu se limitó a escuchar con cara de circunstancias. Le fue explicado el procedimiento de la prueba: la mujer le induciría en un Genjutsu para simular unas determinadas situaciones que él tendría que solucionar.
«Claro, una forma interesante de poder meternos en peligro real sin... ¿meternos en peligro real?» Admitir que era la mejor forma de llevar la prueba práctica no le tranquilizó en absoluto.
Tendría que dar una justificación sobre por qué había actuado de una manera determinada después de cada uno de los test, y luego volvería a estar sumido en el Genjutsu. Si se hacía el listillo y disipaba el Genjutsu como única solución, estaría suspendido. Tuvo que borrar esa opción de su mente, que era la que había fabricado desde que había oído la palabra ilusión.
Una vez más, le recordaron que podía marcharse si así quería. «¿Pero qué clase de ninja se iría ahora?», pensó. Ya había estado en un Genjutsu más potente que el que iba a sufrir en ese momento. En el libro-ilusión de Shiruuba.
—¿Qué harás, Amedama?
—He venido a tomar partido en el examen. Retirarme ahora no es una opción. Estoy listo —aseguró, asintiendo con la cabeza.
De modo que Daruu se limitó a escuchar con cara de circunstancias. Le fue explicado el procedimiento de la prueba: la mujer le induciría en un Genjutsu para simular unas determinadas situaciones que él tendría que solucionar.
«Claro, una forma interesante de poder meternos en peligro real sin... ¿meternos en peligro real?» Admitir que era la mejor forma de llevar la prueba práctica no le tranquilizó en absoluto.
Tendría que dar una justificación sobre por qué había actuado de una manera determinada después de cada uno de los test, y luego volvería a estar sumido en el Genjutsu. Si se hacía el listillo y disipaba el Genjutsu como única solución, estaría suspendido. Tuvo que borrar esa opción de su mente, que era la que había fabricado desde que había oído la palabra ilusión.
Una vez más, le recordaron que podía marcharse si así quería. «¿Pero qué clase de ninja se iría ahora?», pensó. Ya había estado en un Genjutsu más potente que el que iba a sufrir en ese momento. En el libro-ilusión de Shiruuba.
—¿Qué harás, Amedama?
—He venido a tomar partido en el examen. Retirarme ahora no es una opción. Estoy listo —aseguró, asintiendo con la cabeza.