28/07/2018, 13:22
Hubo un tenso silencio, dónde todo podría haber pasado. Juro sostuvo la mirada al hombre, buscando duda, dolor o incluso algo de vacilación. Algo que denotase que su farol había colado.
Sintió como su sangre se congelaba. No vio nada de eso. Ese hombre solo sonreía.
« No... »
El joven grito cuando los dientes de la sierra se abalanzaron sobre su pierna. Juro quiso cerrar los ojos, pero fue incapaz de hacerlo. No podía moverse. No podía decir nada. Era como si alguien le hubiese hecho un nudo en la garganta. El momento se había congelado.
« Que alguien me saque de esto, por favor » — Eso fue el primer pensamiento que pasó por su cabeza, pero pronto lo hizo callar. ¡No podía rendirse! ¡No iba a rendirse!
El charco de sangre se hizo más grande. Como un enorme goteo. Se acercaba a él. Se acercaba.
Ese goteo no daba lugar a dudas. Juro sintió miedo y ganas de llorar. El rostro congelado del chico, el monstruoso rostro del hombre que lo hizo, el arma. La situación entera era un cuadro y él su espectador. Era un cuadro incriminatorio. Le estaba echando la culpa. "No conseguiste salvarme". "No conseguiste salvarme".
« Lo siento. Lo siento... » — ¿Qué clase de chunin iba a ser? Ese chico había muerto por su culpa. Quizá si hubiese actuado de otra forma podría haberlo salvado. Quizá... Quizá... ¿Tenía que haber sido sincero?
No. Eso nunca. No estaba salvando solo su propio pellejo. También a la aldea. Era la única forma. Era la única forma...
¿Y si no lo era? Se había resistido a pensar eso. Pero quizá solo era una excusa.
La sangre avanzó hasta tocar sus rodillas, pero Juro no hizo una mueca de asco. Solo se dejó llevar.
De pronto, ya no estaba en la misma sala. Se encontraba en la misma sala de antes. Pero no era igual, puesto que el líquido rojo continuaba en el suelo. El suelo era completamente rojo y el olor a sangre le producía mareos. Por muy genjutsu que fuese, eso ahí era real. Lo sentía como real.
«Esto es asqueroso. Esto es horrible... » — se repetía, una y otra vez. Buscaba un poco de fuerzas para continuar, pero solo le quedaba el apoyo que le había dado su hermana. ¿Qué pensaría ella si se rindiese?
Se aferró un poco a la imagen de su hermana. No podía rendirse. No podía rendirse.
Las mismas letras aparecieron. "Justifica tu respuesta". Cada letra tenía un pequeño río rojo que bajaba y se unía al suelo. Poco a poco, el nivel de la sangre crecía. Sus rodillas estaban empapadas y sus manos también. Tenía las manos manchadas de sangre.
Tenía las manos manchadas de sangre porque no había conseguido salvar a aquel chico, se repitió. De pronto, se dio cuenta de que le habían caído un par de lágrimas. Juro se las secó y trató de recuperar la compostura.
— Yo.... — Por un momento, pensó que iba a romper a llorar. De alguna forma, consiguió recuperar su voz y parte de la compostura —. Estabamos en una situación límite. Encerrados en la base del enemigo , a su merced, y tras ver sus rostros, teníamos pocas posibilidades de superviviencia. Ante la pregunta, si decía la verdad, condenaría a toda la aldea y traicionaría la confianza de mi Kage. Además de eso, si supiese la realidad, todo estaría perdido. Por ello, no podía decir — El nivel de la sangre crecía, pero Juro se esforzó por mantener la calma —. Pero tampoco podía no decir nada, puesto que no podía dejar que torturaran al genin. Por mucho que dijese que no lo sabía, la situación sería similar: torturarían al genin, y desobedecería mis responsabilidades como chunin. Aunque ese genin muriese por hacer un bien mayor, nada asegura que luego no me torturaran a mi tras acabar con el genin. Probablemente no podría resistir la tortura y acabaría contandolo igualmente, por lo que habría sido todo en vano.
Cogió un poco de aire y continuó hablando.
— Por ello, hice lo único que se me ocurrió: mentir. Decirle un nombre y tratar de que no sea sospechoso, para intentar evitar que nos torturasen. Pero eso no sería suficiente, porque entonces nos matarían a los dos al creer que ya no seríamos necesarios. Por eso quise darles una razón por la que mantenernos con vida — explicó, mientras sentía ganas de llorar otra vez —. De esa forma, tendría un poco más de tiempo para buscar una forma de escapar y de mantenerle con vida.
« O al menos, intentarlo...»
Era el fin. Su voz se quebró un poco, pero supo que estaba bien. Lo había intentado.
— Ya ésta. Esa es toda mi respuesta. Sigamos.
Sintió como su sangre se congelaba. No vio nada de eso. Ese hombre solo sonreía.
« No... »
El joven grito cuando los dientes de la sierra se abalanzaron sobre su pierna. Juro quiso cerrar los ojos, pero fue incapaz de hacerlo. No podía moverse. No podía decir nada. Era como si alguien le hubiese hecho un nudo en la garganta. El momento se había congelado.
« Que alguien me saque de esto, por favor » — Eso fue el primer pensamiento que pasó por su cabeza, pero pronto lo hizo callar. ¡No podía rendirse! ¡No iba a rendirse!
El charco de sangre se hizo más grande. Como un enorme goteo. Se acercaba a él. Se acercaba.
Ese goteo no daba lugar a dudas. Juro sintió miedo y ganas de llorar. El rostro congelado del chico, el monstruoso rostro del hombre que lo hizo, el arma. La situación entera era un cuadro y él su espectador. Era un cuadro incriminatorio. Le estaba echando la culpa. "No conseguiste salvarme". "No conseguiste salvarme".
« Lo siento. Lo siento... » — ¿Qué clase de chunin iba a ser? Ese chico había muerto por su culpa. Quizá si hubiese actuado de otra forma podría haberlo salvado. Quizá... Quizá... ¿Tenía que haber sido sincero?
No. Eso nunca. No estaba salvando solo su propio pellejo. También a la aldea. Era la única forma. Era la única forma...
¿Y si no lo era? Se había resistido a pensar eso. Pero quizá solo era una excusa.
La sangre avanzó hasta tocar sus rodillas, pero Juro no hizo una mueca de asco. Solo se dejó llevar.
De pronto, ya no estaba en la misma sala. Se encontraba en la misma sala de antes. Pero no era igual, puesto que el líquido rojo continuaba en el suelo. El suelo era completamente rojo y el olor a sangre le producía mareos. Por muy genjutsu que fuese, eso ahí era real. Lo sentía como real.
«Esto es asqueroso. Esto es horrible... » — se repetía, una y otra vez. Buscaba un poco de fuerzas para continuar, pero solo le quedaba el apoyo que le había dado su hermana. ¿Qué pensaría ella si se rindiese?
Se aferró un poco a la imagen de su hermana. No podía rendirse. No podía rendirse.
Las mismas letras aparecieron. "Justifica tu respuesta". Cada letra tenía un pequeño río rojo que bajaba y se unía al suelo. Poco a poco, el nivel de la sangre crecía. Sus rodillas estaban empapadas y sus manos también. Tenía las manos manchadas de sangre.
Tenía las manos manchadas de sangre porque no había conseguido salvar a aquel chico, se repitió. De pronto, se dio cuenta de que le habían caído un par de lágrimas. Juro se las secó y trató de recuperar la compostura.
— Yo.... — Por un momento, pensó que iba a romper a llorar. De alguna forma, consiguió recuperar su voz y parte de la compostura —. Estabamos en una situación límite. Encerrados en la base del enemigo , a su merced, y tras ver sus rostros, teníamos pocas posibilidades de superviviencia. Ante la pregunta, si decía la verdad, condenaría a toda la aldea y traicionaría la confianza de mi Kage. Además de eso, si supiese la realidad, todo estaría perdido. Por ello, no podía decir — El nivel de la sangre crecía, pero Juro se esforzó por mantener la calma —. Pero tampoco podía no decir nada, puesto que no podía dejar que torturaran al genin. Por mucho que dijese que no lo sabía, la situación sería similar: torturarían al genin, y desobedecería mis responsabilidades como chunin. Aunque ese genin muriese por hacer un bien mayor, nada asegura que luego no me torturaran a mi tras acabar con el genin. Probablemente no podría resistir la tortura y acabaría contandolo igualmente, por lo que habría sido todo en vano.
Cogió un poco de aire y continuó hablando.
— Por ello, hice lo único que se me ocurrió: mentir. Decirle un nombre y tratar de que no sea sospechoso, para intentar evitar que nos torturasen. Pero eso no sería suficiente, porque entonces nos matarían a los dos al creer que ya no seríamos necesarios. Por eso quise darles una razón por la que mantenernos con vida — explicó, mientras sentía ganas de llorar otra vez —. De esa forma, tendría un poco más de tiempo para buscar una forma de escapar y de mantenerle con vida.
« O al menos, intentarlo...»
Era el fin. Su voz se quebró un poco, pero supo que estaba bien. Lo había intentado.
— Ya ésta. Esa es toda mi respuesta. Sigamos.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60