11/09/2015, 16:45
"Abuelo..." Pensé abatido. Estando mi abuelo derrotado, era para mi la prueba inequívoca de que todo estaba perdido. La destrucción campaba despiadada sin que nadie pudiera si quiera oponer resistencia. Estábamos todos condenados, me sentía abrumado por algo que estaba totalmente fuera de mis posibilidades, seguir en la aldea era una muerte asegurada.
"Debo huir ahora mismo..."
Y eso, es lo que me disponía a hacer en el mismo instante que la viga pasó de lejos, pude apreciar una silueta macabra que se estaba regocijando desde el anonimato de las sombras, portaba un extraño amuleto con una gema rojiza en donde se apreciaba el kanji número nueve. Pudiendo deduciren el acto, que el bijuu y esa persona estaban intrínsecamente relacionados.
"Me las pagarás maldito..." Pensé envuelto en un mar de sensaciones funestas, que parecía que oprimiera mi garganta.
Aún no le había propinado mi particular maldición, cuando de repente, aquella persona desapareció al igual que vino, en un abrir y cerrar de ojos. Solo sabía que jamás olvidaría a aquel tipo, con la esperanza de llevarlo ante la justicia en un futuro no muy lejano, y que pagara por sus actos.
"!Vamos, vamos!" Debía apresurarme, era cuestión de tiempo de que aquella bestia inhumana, carente de sentimientos se percatara de mi presencia. Pero creía tener una vía de escape, sin más demora, ejecuté el sello del perro.
-¡Doton, Moguragakure no Jutsu!
De repente y si nadie me lo impedía, me introduje dentro de la tierra como si se fundiera mi paso, y huí por el subsuelo, lo más profundo que pude, sin correr peligro a mi parecer. Mi siguiente paso sería buscar supervivientes a las afueras de la aldea para poder concretar que hacer, desde la seguridad de la distancia.
"Debo huir ahora mismo..."
Y eso, es lo que me disponía a hacer en el mismo instante que la viga pasó de lejos, pude apreciar una silueta macabra que se estaba regocijando desde el anonimato de las sombras, portaba un extraño amuleto con una gema rojiza en donde se apreciaba el kanji número nueve. Pudiendo deduciren el acto, que el bijuu y esa persona estaban intrínsecamente relacionados.
"Me las pagarás maldito..." Pensé envuelto en un mar de sensaciones funestas, que parecía que oprimiera mi garganta.
Aún no le había propinado mi particular maldición, cuando de repente, aquella persona desapareció al igual que vino, en un abrir y cerrar de ojos. Solo sabía que jamás olvidaría a aquel tipo, con la esperanza de llevarlo ante la justicia en un futuro no muy lejano, y que pagara por sus actos.
"!Vamos, vamos!" Debía apresurarme, era cuestión de tiempo de que aquella bestia inhumana, carente de sentimientos se percatara de mi presencia. Pero creía tener una vía de escape, sin más demora, ejecuté el sello del perro.
-¡Doton, Moguragakure no Jutsu!
De repente y si nadie me lo impedía, me introduje dentro de la tierra como si se fundiera mi paso, y huí por el subsuelo, lo más profundo que pude, sin correr peligro a mi parecer. Mi siguiente paso sería buscar supervivientes a las afueras de la aldea para poder concretar que hacer, desde la seguridad de la distancia.