4/08/2018, 11:00
(Última modificación: 4/08/2018, 11:01 por Eikyuu Juro.)
Sus últimas palabras le fueron devueltas en un estridente eco, por unas paredes invisibles para él. Otra vez el mundo parecía haberse congelado. La sangre ascendía y el goteo continuaba, pero él no era capaz de moverse. Juro se esforzó por respirar, pero el aire no entraba en él. Solo sangre. La sangre iba a acabar por ahogarle. No había ventanas, ni puertas, ni silla, ni nada que lo sostuviese.
« Voy a morir cubierto de sangre » — pensó, débilmente. Su cabeza empezaba a calentarse y daba vueltas sin control.
Entonces, cuando su pie tocó suelo, sintió como si algo le arrastraba a las profundidades. Sintió un profundo calor en todo su cuerpo, rodeado por una sustancia cálida y agradable, que para su horror, pensó, que era la sangre que le intentaba ahogar. Finalmente le daba la bienvenida a la rendición. Iba a ahogarse ahí.
Pero entonces, se dio cuenta de que no estaba muriéndose. Estaba en la habitación del principio. Podía respirar y estaba entero.
— Bienvenido de nuevo, Eikyu Juro. Ahora es la hora de tu pregunta. Recuerda que puedes preguntar lo que quieras, yo te contestaré y entonces se acabará el examen.
Lo primero que hizo Juro fue respirar con fuerza, aliviado porque aquel horrible genjutsu se hubiese roto. Después, empezó a pensar.
«Esto es una parte importante del examen, seguro. ¿Qué diablos le puedo preguntar? » — ¿Qué esperaba de él? ¿Una pregunta metafísica y existencial? No. Tenía que poder contestarla aquel hombre. ¿Había truco?
Se llevó una mano al mentón. Tenía que ser capaz de idear una pregunta inteligente. Pero le costaba mucho hacerlo. La voz de aquel hombre era tan molesta e irritante que no le dejaba pensar con claridad. ¿De qué le sonaba esa voz? Era gutural y profunda. Sádica y cruel. Pero no creía haberla escuchado antes. Y sin embargo, le sonaba tanto... ¿Por qué? ¿Por qué le sonaba tanto?
« ¿En serio? ¿Vas a preguntarele eso? » — pensó, pero de pronto, no podía pensar en otra cosa. Incluso el chocolate parecía haber perdido brillo.
Suspiró. Quería preguntarle algo más inteligente, pero no se le ocurría otra cosa. Su mente le decía que era un ninja en su aldea, y que probablemente se habría cruzado con él por los pasillos de la academia, quizá. O puede que en otra parte. Pero... ¿Por qué diablos no se acordaba entonces? Esa voz era muy distinguible.
— Bueno... la verdad es que llevo preguntando durante todo el examen — murmuró, antes de alzar los ojos hacia él —. Algo en ti me suena a horrores y no logro averiguar el qué. ¿Quién eres?
« Voy a morir cubierto de sangre » — pensó, débilmente. Su cabeza empezaba a calentarse y daba vueltas sin control.
Entonces, cuando su pie tocó suelo, sintió como si algo le arrastraba a las profundidades. Sintió un profundo calor en todo su cuerpo, rodeado por una sustancia cálida y agradable, que para su horror, pensó, que era la sangre que le intentaba ahogar. Finalmente le daba la bienvenida a la rendición. Iba a ahogarse ahí.
Pero entonces, se dio cuenta de que no estaba muriéndose. Estaba en la habitación del principio. Podía respirar y estaba entero.
— Bienvenido de nuevo, Eikyu Juro. Ahora es la hora de tu pregunta. Recuerda que puedes preguntar lo que quieras, yo te contestaré y entonces se acabará el examen.
Lo primero que hizo Juro fue respirar con fuerza, aliviado porque aquel horrible genjutsu se hubiese roto. Después, empezó a pensar.
«Esto es una parte importante del examen, seguro. ¿Qué diablos le puedo preguntar? » — ¿Qué esperaba de él? ¿Una pregunta metafísica y existencial? No. Tenía que poder contestarla aquel hombre. ¿Había truco?
Se llevó una mano al mentón. Tenía que ser capaz de idear una pregunta inteligente. Pero le costaba mucho hacerlo. La voz de aquel hombre era tan molesta e irritante que no le dejaba pensar con claridad. ¿De qué le sonaba esa voz? Era gutural y profunda. Sádica y cruel. Pero no creía haberla escuchado antes. Y sin embargo, le sonaba tanto... ¿Por qué? ¿Por qué le sonaba tanto?
« ¿En serio? ¿Vas a preguntarele eso? » — pensó, pero de pronto, no podía pensar en otra cosa. Incluso el chocolate parecía haber perdido brillo.
Suspiró. Quería preguntarle algo más inteligente, pero no se le ocurría otra cosa. Su mente le decía que era un ninja en su aldea, y que probablemente se habría cruzado con él por los pasillos de la academia, quizá. O puede que en otra parte. Pero... ¿Por qué diablos no se acordaba entonces? Esa voz era muy distinguible.
— Bueno... la verdad es que llevo preguntando durante todo el examen — murmuró, antes de alzar los ojos hacia él —. Algo en ti me suena a horrores y no logro averiguar el qué. ¿Quién eres?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60