7/08/2018, 22:46
(Última modificación: 7/08/2018, 22:47 por Eikyuu Juro.)
El examinador se levantó del cojín y se acercó a la ventana, aparentemente para abrirla.
Juro formuló su pregunta, y en cuanto hubo salido de sus labios, se sintió estúpido. ¿Quién era? ¿Qué clase de pregunta era esa? Esperaba que fuese sincero, pero realmente, podía ser un cabrón y decirle cualquier respuesta ambigua. Supuso que cualquier pregunta que hubiese pensado realmente podría haber sido así (a no ser que la pensara mucho, y en ese momento, le pareció imposible), pero no se quedó satisfecho.
« Pasé el teórico de los mejores, pero dudo mucho que tenga esa suerte otra vez » — Solo esperó que hubiese aprobado. Habían sido solo dos pruebas y no se sentía del todo contento con sus respuestas. ¿Podría haberlo hecho mejor? Y ya para rematar, la pregunta final.
Quiso suspirar y decir "Bueno, al menos lo intenté". Pero sintió enfado contra sí mismo. No quería rendirse y realmente quería aprobar el examen. A esas alturas, intentarlo no solo le valía.
— No puedo decir que no me esperase la pregunta, pero... Bueno, nada que objetar, veras...
Entonces, el tiempo pareció congelarse, en cuanto el examinador abrió la ventana.
Una fuerte explosión tumbó la cristalera y el muro. El examinador fue enterrado en una lluvia de escombros, y Juro cayó al suelo por el mismo impacto. Se debio de golper la cabeza, porque durante un rato (le parecieron horas, aunque probablemente fueron minutos) el shinobi no sintió nada más que el zumbido de la explosión.
« ¿Qué me ocurre? ¿Dónde...? » — ¿Aquello era la realidad? ¿Dónde estaba en ese momento?
Vio de reojo a su frente, la pared derrumbada, y el brazo de su examinador. Estaba inerte. Había sido enterrado vivo. A Juro le pareció más que muerto.
« ¿Qué le pasa? ¿Por qué...? ¿Por qué está...? » — Su cerebro procesaba lentamente.
Entonces, algo hizo click en él. ¡No estaba en una ilusión! ¡El Genjutsu se había terminado! ¡El examen estaba a punto de terminarse! Lo que estaba pasando ahí, era real.
— No... no... no... — murmuró, incapaz de entenderlo.
Entonces, la puerta a su espalda se abrió y una fuerte voz se alzó.
—¡Aquí hay uno vivo! ¡Hey, chaval! ¡Tiene que salir de aquí ahora mismo! ¡Nos atacan! — Juro vio al mismo manco que le había atendido nada más llegar durante el examen.
Juro se quedó bloqueado unos segundos. El sonido de la lucha podía llegar a su oído, como una melodía macabra y a la vez atrayente. Espadas y armas chocando, metal contra metal. Jutsus combatiendo, sangre corriendo. Una verdadera batalla se estaba librando ahí.
¿Qué podía hacer él?
Se incorporó de un salto, todo lo rápido que su cuerpo le permitió, y se dirigió al manco que le había hablado.
— ¿¡Qué!? ¿Dónde están los enemigos? ¿Han rodeado el edificio? — exclamó, dudoso. La idea de irse le atrajo, pero realmente no sabía adónde. Un enemigo misterioso (no había tiempo de explicar) atacaba la academia. ¿Por dónde? Quizá estaban rodeados. Había compañeros suyos ahí (quizá no en el examen, pero en la villa debía de haber alguien). Tampoco sabía la gravedad del asunto. Lo inteligente era pegarse al que estaba ahí y buscar una forma de luchar —. Yo... ¡Estoy ileso! ¡Por favor, permitame colaborar! ¿Aún quedan alumnos por evacuar?
Juro formuló su pregunta, y en cuanto hubo salido de sus labios, se sintió estúpido. ¿Quién era? ¿Qué clase de pregunta era esa? Esperaba que fuese sincero, pero realmente, podía ser un cabrón y decirle cualquier respuesta ambigua. Supuso que cualquier pregunta que hubiese pensado realmente podría haber sido así (a no ser que la pensara mucho, y en ese momento, le pareció imposible), pero no se quedó satisfecho.
« Pasé el teórico de los mejores, pero dudo mucho que tenga esa suerte otra vez » — Solo esperó que hubiese aprobado. Habían sido solo dos pruebas y no se sentía del todo contento con sus respuestas. ¿Podría haberlo hecho mejor? Y ya para rematar, la pregunta final.
Quiso suspirar y decir "Bueno, al menos lo intenté". Pero sintió enfado contra sí mismo. No quería rendirse y realmente quería aprobar el examen. A esas alturas, intentarlo no solo le valía.
— No puedo decir que no me esperase la pregunta, pero... Bueno, nada que objetar, veras...
Entonces, el tiempo pareció congelarse, en cuanto el examinador abrió la ventana.
Una fuerte explosión tumbó la cristalera y el muro. El examinador fue enterrado en una lluvia de escombros, y Juro cayó al suelo por el mismo impacto. Se debio de golper la cabeza, porque durante un rato (le parecieron horas, aunque probablemente fueron minutos) el shinobi no sintió nada más que el zumbido de la explosión.
« ¿Qué me ocurre? ¿Dónde...? » — ¿Aquello era la realidad? ¿Dónde estaba en ese momento?
Vio de reojo a su frente, la pared derrumbada, y el brazo de su examinador. Estaba inerte. Había sido enterrado vivo. A Juro le pareció más que muerto.
« ¿Qué le pasa? ¿Por qué...? ¿Por qué está...? » — Su cerebro procesaba lentamente.
Entonces, algo hizo click en él. ¡No estaba en una ilusión! ¡El Genjutsu se había terminado! ¡El examen estaba a punto de terminarse! Lo que estaba pasando ahí, era real.
— No... no... no... — murmuró, incapaz de entenderlo.
Entonces, la puerta a su espalda se abrió y una fuerte voz se alzó.
—¡Aquí hay uno vivo! ¡Hey, chaval! ¡Tiene que salir de aquí ahora mismo! ¡Nos atacan! — Juro vio al mismo manco que le había atendido nada más llegar durante el examen.
Juro se quedó bloqueado unos segundos. El sonido de la lucha podía llegar a su oído, como una melodía macabra y a la vez atrayente. Espadas y armas chocando, metal contra metal. Jutsus combatiendo, sangre corriendo. Una verdadera batalla se estaba librando ahí.
¿Qué podía hacer él?
Se incorporó de un salto, todo lo rápido que su cuerpo le permitió, y se dirigió al manco que le había hablado.
— ¿¡Qué!? ¿Dónde están los enemigos? ¿Han rodeado el edificio? — exclamó, dudoso. La idea de irse le atrajo, pero realmente no sabía adónde. Un enemigo misterioso (no había tiempo de explicar) atacaba la academia. ¿Por dónde? Quizá estaban rodeados. Había compañeros suyos ahí (quizá no en el examen, pero en la villa debía de haber alguien). Tampoco sabía la gravedad del asunto. Lo inteligente era pegarse al que estaba ahí y buscar una forma de luchar —. Yo... ¡Estoy ileso! ¡Por favor, permitame colaborar! ¿Aún quedan alumnos por evacuar?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60