9/08/2018, 18:33
Un suspiro soltó el monje al escuchar a la dama. Parecía que ya todo estaba llegando su fin, que más allá de aprobar o desaprobar había pasado sin mayores problemas. Respiró profundo y todo se fue a la mierda. Al momento de sacar el aire la mujer abrió las ventanas y un golpe de aire estalló en el pecho del calvo y lo revoleó hacia la pared detrás de él. Los vidrios y la misma pared lo habían seguido en el recorrido.
Sintió la cabeza como un tambor siendo golpeado, tirado en el piso perdido sin entender que había pasado. Su mente en blanco trataba de entender que era lo que su visión borrosa no le dejaba ver, lo que sus oídos pitando no le dejaban oír. Con un poco de tiempo su vista mejoró, además de empezar a sentir algunos raspones en la piel, y sus ojos lo primeros que le dejaron ver fue el brazo de la mujer que lo había examinado.
— La puta madre...— trató de levantarse para ir a buscarla, a ayudar, a lo que fuera que pudiese intentar hacer. Pero una voz lo interrumpió.
Había un ataque, tenía que correr. O eso decía la voz a la que poco caso hacía. El ruido rápidamente llenó sus oídos pero lejos de hacerles caso corrió hacia los escombros que retenían el cuerpo de la kunoichi y buscó cualquier manera posible de a la fuerza retirarlos de ahí para poder sacarla.
Para una vez que volvía al mundo real después de que se llenase de sangre y ver a un compañero siendo amputado tenía que pasar algo así.
Sintió la cabeza como un tambor siendo golpeado, tirado en el piso perdido sin entender que había pasado. Su mente en blanco trataba de entender que era lo que su visión borrosa no le dejaba ver, lo que sus oídos pitando no le dejaban oír. Con un poco de tiempo su vista mejoró, además de empezar a sentir algunos raspones en la piel, y sus ojos lo primeros que le dejaron ver fue el brazo de la mujer que lo había examinado.
— La puta madre...— trató de levantarse para ir a buscarla, a ayudar, a lo que fuera que pudiese intentar hacer. Pero una voz lo interrumpió.
Había un ataque, tenía que correr. O eso decía la voz a la que poco caso hacía. El ruido rápidamente llenó sus oídos pero lejos de hacerles caso corrió hacia los escombros que retenían el cuerpo de la kunoichi y buscó cualquier manera posible de a la fuerza retirarlos de ahí para poder sacarla.
Para una vez que volvía al mundo real después de que se llenase de sangre y ver a un compañero siendo amputado tenía que pasar algo así.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘