13/09/2015, 15:19
Después de salir del edificio principal de la Academia de las Olas, se sentía como si una parte de ella se quedase dentro de esas paredes, por los años que había pasado ahí dentro, incluso habitando allí. Suspiró y giró su cabeza hacia delante, donde se encontraba Toyo guiándoles a vete tú a saber dónde.
Yota parecía que estaba inspirado, o con mucha vitalidad, ya que rebosaba optimismo por cada parte de su cuerpo, como ella había mostrado segundos antes. Pero cuando la kunoichi del remolino llevó a cabo la pregunta, el hombre de cabellos rojizos comentó que no eran un equipo como tal, ya que solo eran dos gennins y un sensei, por lo cual le daba igual si tenían un nombre o no. Agachó la cabeza, cabizbaja, quizás el comentario le había sentado peor de lo que imaginaba.
Sin embargo rió antes de seguir hablando, afirmando que su tarea era ser su sensei, por lo cual sería su guía para superar los obstáculos de la vida y ayudarles con su camino del ninja, sumándole, claro está, todas esas cosas filosóficas. Así que volvió a sonreír y se giró a su compañero, quien le acababa de preguntar sobre alguna idea para el nombre que podían darle al equipo.
-Pues... Si lo pienso detenidamente... - Dijo mientras posaba el dedo índice sobre sus labios, pensativa. - Podríamos esperar a ver que se nos ocurre con el transcurrido de nuestras sesiones. - Terminó proponiendo una idea que le había sonado mil veces mejor que decir nombres totalmente aleatorios y sin ningún sentido.
Así seguían caminando, poco a poco, alejándose de la academia. A Eri le picaba la curiosidad, así que no dudó en preguntar a su sensei.
- Oye, Toyo-sensei, ¿dónde se supone que vamos?
Yota parecía que estaba inspirado, o con mucha vitalidad, ya que rebosaba optimismo por cada parte de su cuerpo, como ella había mostrado segundos antes. Pero cuando la kunoichi del remolino llevó a cabo la pregunta, el hombre de cabellos rojizos comentó que no eran un equipo como tal, ya que solo eran dos gennins y un sensei, por lo cual le daba igual si tenían un nombre o no. Agachó la cabeza, cabizbaja, quizás el comentario le había sentado peor de lo que imaginaba.
Sin embargo rió antes de seguir hablando, afirmando que su tarea era ser su sensei, por lo cual sería su guía para superar los obstáculos de la vida y ayudarles con su camino del ninja, sumándole, claro está, todas esas cosas filosóficas. Así que volvió a sonreír y se giró a su compañero, quien le acababa de preguntar sobre alguna idea para el nombre que podían darle al equipo.
-Pues... Si lo pienso detenidamente... - Dijo mientras posaba el dedo índice sobre sus labios, pensativa. - Podríamos esperar a ver que se nos ocurre con el transcurrido de nuestras sesiones. - Terminó proponiendo una idea que le había sonado mil veces mejor que decir nombres totalmente aleatorios y sin ningún sentido.
Así seguían caminando, poco a poco, alejándose de la academia. A Eri le picaba la curiosidad, así que no dudó en preguntar a su sensei.
- Oye, Toyo-sensei, ¿dónde se supone que vamos?