11/08/2018, 17:14
El gyojin, aún ligeramente atolondrado, siguió el paso del examinador hasta la ventana. Luego, reparó en aquella coincidencia que venía dándole ligeros toques de atención desde que se hubo adentrado en la sala en primer lugar, de que la voz que salía de aquel hombre le resultaba absurdamente familiar.
Con el ceño fruncido, trató de controlar cualquier impulso que aquel tono pudiera causarle y formuló la única interrogante que se le venía a la mente.
—¿Cómo te llamas? —preguntó.
Con el ceño fruncido, trató de controlar cualquier impulso que aquel tono pudiera causarle y formuló la única interrogante que se le venía a la mente.
—¿Cómo te llamas? —preguntó.