14/09/2015, 01:03
Juro camino relativamente cerca de Yota, hasta que se atrevio a hablar. Su mente había imaginado que pasaría cualquier cosa, que le gritase, que le ignorarse, que se cabrease aun más y escupiese fuego por la boca...Si, cualquier cosa.
Pero para su sorpresa, había logrado relajarse parcialmente. Le dijo aún en tono seco que se contuviese la próxima vez, pero que se recuperaría. Juro asintió, sonriendo. Algo era algo.
Caminaron durante tres o cuatro minutos más, a un ritmo normal, sin atreverse a aumentar la marcha mucho. La anciana parecían querer evitar que Yota se forzase, a pesar del cabreo que pilló con ella. También era de su conveniencia. Que Yota no pudiese seguir sólo les retrasaría.
Durante ese rato permanecieron en silencio, únicamente escuchando el ruido de su extraño bastón, hasta que Yota preguntó cuando les quedaba. La anciana se volvió, otra vez con su afable sonrisa. No parecía rencorosa.
- Creó que quedaran diez minutos, quizá algo más - respondió, con parsimonia - Estamos cerca de mi casa, el camino es más seguro
Juro observó con preocupación a su compañero. Supuso que quizá necesitaba parar un poco. En diez minutos estarían en un lugar seguro, pero en diez minutos podían pasar tantas cosas...Si no podía, no podía. No pensaba forzarle, siendo su culpa.
- ¿No puedes seguir? - le preguntó, mirándole. Acto seguido miro a la mujer - ¿Podemos descansar?
- Esta bien, como he dicho, por aquí no deberíamos correr peligro. Podéis sentaros por aquí - la mujer señaló a su izquierda, donde había un árbol caído. A saber cuanto llevaría ahí - Tampoco estéis mucho, sólo por si acaso
Si su compañero accedía, incluso le ayudaría a sentarse si hacia falta.
Pero para su sorpresa, había logrado relajarse parcialmente. Le dijo aún en tono seco que se contuviese la próxima vez, pero que se recuperaría. Juro asintió, sonriendo. Algo era algo.
Caminaron durante tres o cuatro minutos más, a un ritmo normal, sin atreverse a aumentar la marcha mucho. La anciana parecían querer evitar que Yota se forzase, a pesar del cabreo que pilló con ella. También era de su conveniencia. Que Yota no pudiese seguir sólo les retrasaría.
Durante ese rato permanecieron en silencio, únicamente escuchando el ruido de su extraño bastón, hasta que Yota preguntó cuando les quedaba. La anciana se volvió, otra vez con su afable sonrisa. No parecía rencorosa.
- Creó que quedaran diez minutos, quizá algo más - respondió, con parsimonia - Estamos cerca de mi casa, el camino es más seguro
Juro observó con preocupación a su compañero. Supuso que quizá necesitaba parar un poco. En diez minutos estarían en un lugar seguro, pero en diez minutos podían pasar tantas cosas...Si no podía, no podía. No pensaba forzarle, siendo su culpa.
- ¿No puedes seguir? - le preguntó, mirándole. Acto seguido miro a la mujer - ¿Podemos descansar?
- Esta bien, como he dicho, por aquí no deberíamos correr peligro. Podéis sentaros por aquí - la mujer señaló a su izquierda, donde había un árbol caído. A saber cuanto llevaría ahí - Tampoco estéis mucho, sólo por si acaso
Si su compañero accedía, incluso le ayudaría a sentarse si hacia falta.