3/09/2018, 16:13
(Última modificación: 3/09/2018, 16:14 por Uchiha Akame.)
Akame quiso golpear en el rostro a aquel amejin. Estaba claro que Keisuke no tenía ni la más mínima idea de las dimensiones del asunto, de lo que él mismo había puesto en marcha al hablarle a Datsue del incidente con Aiko. Y, sin embargo, al final resultaba que el joven jōnin del Remolino era el único que se estaba preocupando por él.
«Aunque seas un maldito soplón, Inoue Keisuke... No pienso dejar que mueras por el estúpido empeño de mi Hermano...»
El Uchiha negó con la cabeza ante la pregunta de su interlocutor. Sus sospechas eran fundadas, sí, pero Akame ya había tomado medidas a ese respecto.
—Esta conversación sólo está teniendo lugar en tu cabeza —aseguró, con aquel tono de voz calmado que le caracterizaba—. Hablaste demasiado, Keisuke-san. Más de la cuenta, más de lo que es bueno para tu salud.
Había pensado sobre cómo abordar el tema, previendo que Keisuke quizás se negara a abandonar la Aldea de primeras. Como no había llegado a ninguna conclusión clara, optó por ser brutalmente directo.
—Datsue ha estado hablando con gente sobre lo ocurrido con Aiko. Con gente de tu Aldea, más específicamente —reveló Akame—. Al menos Amedama Daruu sabe lo ocurrido, y probablemente también Aotsuki Ayame y Umikiba Kaido. Les conoces, ¿verdad? —hizo una pausa para que el médico procesara la información—. No tengo la certeza de que vayan a delatarte, pero tampoco de que no lo hayan hecho ya. ¿Sabes lo que te pasará si los mandos de la Lluvia se enteran de que has ido divulgando información confidencial a un shinobi de Uzushio?
«Estúpido y descuidado muchacho...»
—Así que tienes que irte, y ya. Si tienes familia o amigos fuera de Arashi no Kuni, te aconsejo que acudas a ellos para que te escondan durante una buena temporada.
«Aunque seas un maldito soplón, Inoue Keisuke... No pienso dejar que mueras por el estúpido empeño de mi Hermano...»
El Uchiha negó con la cabeza ante la pregunta de su interlocutor. Sus sospechas eran fundadas, sí, pero Akame ya había tomado medidas a ese respecto.
—Esta conversación sólo está teniendo lugar en tu cabeza —aseguró, con aquel tono de voz calmado que le caracterizaba—. Hablaste demasiado, Keisuke-san. Más de la cuenta, más de lo que es bueno para tu salud.
Había pensado sobre cómo abordar el tema, previendo que Keisuke quizás se negara a abandonar la Aldea de primeras. Como no había llegado a ninguna conclusión clara, optó por ser brutalmente directo.
—Datsue ha estado hablando con gente sobre lo ocurrido con Aiko. Con gente de tu Aldea, más específicamente —reveló Akame—. Al menos Amedama Daruu sabe lo ocurrido, y probablemente también Aotsuki Ayame y Umikiba Kaido. Les conoces, ¿verdad? —hizo una pausa para que el médico procesara la información—. No tengo la certeza de que vayan a delatarte, pero tampoco de que no lo hayan hecho ya. ¿Sabes lo que te pasará si los mandos de la Lluvia se enteran de que has ido divulgando información confidencial a un shinobi de Uzushio?
«Estúpido y descuidado muchacho...»
—Así que tienes que irte, y ya. Si tienes familia o amigos fuera de Arashi no Kuni, te aconsejo que acudas a ellos para que te escondan durante una buena temporada.