8/09/2018, 00:08
Luego de las peleas, las bijuudamas, las carreras.
Luego de la desconfianza, la confusión, el terror.
Luego de que casi estallara una guerra, ahora los kusajin se dirigían todos de vuelta a su villa, a su hogar.
Estaban todos rodeados de ninjas de altísimo nivel y ya se encontraban fuera de peligro, pero era seguro decir que nadie volvía a casa sintiéndose tranquilo, nadie volvía sintiéndose a salvo.
El peliverde se hallaba aquella noche en la popa de la embarcación, apoyado en ma barandilla mientras observaba el mar, reflexionando.
Reflexionaba sobre todo lo que había y sobre lo que él mismo había hecho. Había cometido errores y el ardor que sentía en toda la parte frontal de su cuerpo lo demostraba.
No, aquello no fue un error, su error fue no estar preparado para llevarlo acabo.
Pero su error mas grande no fue otro sino olvidarse de su verdadero objetivo cuando las cosas se pusieron tensas. Pues su verdadero deseo nunca ha sido proteger solo a su aldea y compañeros, no, su deseo era más grande.
Quería protegerlos a todos, y para eso tendría que haber empezado por hablar, por confiar.
Luego de la desconfianza, la confusión, el terror.
Luego de que casi estallara una guerra, ahora los kusajin se dirigían todos de vuelta a su villa, a su hogar.
Estaban todos rodeados de ninjas de altísimo nivel y ya se encontraban fuera de peligro, pero era seguro decir que nadie volvía a casa sintiéndose tranquilo, nadie volvía sintiéndose a salvo.
El peliverde se hallaba aquella noche en la popa de la embarcación, apoyado en ma barandilla mientras observaba el mar, reflexionando.
Reflexionaba sobre todo lo que había y sobre lo que él mismo había hecho. Había cometido errores y el ardor que sentía en toda la parte frontal de su cuerpo lo demostraba.
No, aquello no fue un error, su error fue no estar preparado para llevarlo acabo.
Pero su error mas grande no fue otro sino olvidarse de su verdadero objetivo cuando las cosas se pusieron tensas. Pues su verdadero deseo nunca ha sido proteger solo a su aldea y compañeros, no, su deseo era más grande.
Quería protegerlos a todos, y para eso tendría que haber empezado por hablar, por confiar.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.