16/09/2015, 15:17
(Última modificación: 16/09/2015, 15:18 por Eikyuu Juro.)
Yota dijo lo que el mismo Juro pensaba. El marido tenía que estar muerto si o si, por la gravedad de sus heridas. También le preguntó acerca de la salud del hijo. La anciana, sin embargo, ni se volvió. Le debió parecer una tonteria.
- No digas tonterías, joven - dijo, quitándole importancia - Claro que esta vivo, hoy mismo hable con el antes de irme, igual que con mi hijo. Pronto podríais conocerlos incluso. Mi Kano te caería bien, tiene mucho carácter, como tu.
Juro no supo distinguir si hablaba del marido o del hijo, pero le daba igual. Algo raro pasaba aquí, pero no lo entendía. Miró a a Yota con el ceño fruncido, sin entender lo que estaba pasando en el lugar.
Pero no hubo tiempo de discutir. Caminaron un poco más, hasta que la anciana se detuvo, en un pequeño claro con numerosos árboles por en medio. Era un sitio grande y espacioso, con una única salida por el norte. Juro miró alrededor, aunque no vio nada.
- Ya hemos llegado a mi casa. Para llegar a Konoha sólo hay que seguir el camino norte. - les dijo entonces, con una sonrisa enigmática - Pero antes de iros, entrad en casa. Puedo ofreceros algo, el camino ha debido de ser duro, y tu necesitas recuperarte.
La anciana miró directamente a Yota. Juro no se atrevió a decir nada, pero forzando la vista, pudo ver al fondo una aglomeración de maleza y arbustos. A primera vista parecía estar oculto, pero si se miraba con detenimiento, se notaba.
"Seguramente los bandidos la siguieron, dudó que fueran tan listos"
- No digas tonterías, joven - dijo, quitándole importancia - Claro que esta vivo, hoy mismo hable con el antes de irme, igual que con mi hijo. Pronto podríais conocerlos incluso. Mi Kano te caería bien, tiene mucho carácter, como tu.
Juro no supo distinguir si hablaba del marido o del hijo, pero le daba igual. Algo raro pasaba aquí, pero no lo entendía. Miró a a Yota con el ceño fruncido, sin entender lo que estaba pasando en el lugar.
Pero no hubo tiempo de discutir. Caminaron un poco más, hasta que la anciana se detuvo, en un pequeño claro con numerosos árboles por en medio. Era un sitio grande y espacioso, con una única salida por el norte. Juro miró alrededor, aunque no vio nada.
- Ya hemos llegado a mi casa. Para llegar a Konoha sólo hay que seguir el camino norte. - les dijo entonces, con una sonrisa enigmática - Pero antes de iros, entrad en casa. Puedo ofreceros algo, el camino ha debido de ser duro, y tu necesitas recuperarte.
La anciana miró directamente a Yota. Juro no se atrevió a decir nada, pero forzando la vista, pudo ver al fondo una aglomeración de maleza y arbustos. A primera vista parecía estar oculto, pero si se miraba con detenimiento, se notaba.
"Seguramente los bandidos la siguieron, dudó que fueran tan listos"
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60