12/09/2018, 11:18
La piedra fue lanzada y las ondas agitaron la calma de la superficie del agua.
La Arashikage plantó ambas manos sobre la mesa con una palmada y se alzó lentamente en toda su altura. Contemplaba a Daruu desde arriba. Para ser Hōzuki, sus ojos parecían destilar auténtica electricidad estática.
—Oh, esta era una de las últimas opciones que estaba barajando —soltó, y sus labios se alargaron en una sonrisa. Una sonrisa surcada de dientes afilados como navajas—. Te tenía por un shinobi más sensato, Amedama. Vas a pedirme que le levante el castigo a esa niñata insolente, ¿no es así? ¿Tú también vas a cuestionar mi autoridad, Amedama? ¿Con esa placa plateada tan reluciente que llevas recién adquirida? ¿O quizás quieres acompañarla?
La Arashikage plantó ambas manos sobre la mesa con una palmada y se alzó lentamente en toda su altura. Contemplaba a Daruu desde arriba. Para ser Hōzuki, sus ojos parecían destilar auténtica electricidad estática.
—Oh, esta era una de las últimas opciones que estaba barajando —soltó, y sus labios se alargaron en una sonrisa. Una sonrisa surcada de dientes afilados como navajas—. Te tenía por un shinobi más sensato, Amedama. Vas a pedirme que le levante el castigo a esa niñata insolente, ¿no es así? ¿Tú también vas a cuestionar mi autoridad, Amedama? ¿Con esa placa plateada tan reluciente que llevas recién adquirida? ¿O quizás quieres acompañarla?