13/09/2018, 04:13
Kaido soltó una risotada cuando le llamó bacalao. Sencillamente, viniendo de una jodida criatura ochopatera con diez mil ojos y más vello en las patas que un jodido chimpancé, le resultó bastante gracioso.
El animal, de pronto, comenzó a subirle por el costado, y ante la infranqueable tranquilidad del amejin, ésta logró llegar a su cabeza. Kaido torció los ojos hacia arriba, la miró, y luego viró a ver a Yota.
—No me preocupa el veneno, Yota. En ame estamos acostumbrados a comer tarántula frita, con los riesgos que eso conlleva, así que... —comentó, jocoso—. con que Kumopansa, ¿eh? un placer. ¿Qué se supone que eres, la mascota del tarado de Yota? ¿cómo cojones es que puedes hablar?
El animal, de pronto, comenzó a subirle por el costado, y ante la infranqueable tranquilidad del amejin, ésta logró llegar a su cabeza. Kaido torció los ojos hacia arriba, la miró, y luego viró a ver a Yota.
—No me preocupa el veneno, Yota. En ame estamos acostumbrados a comer tarántula frita, con los riesgos que eso conlleva, así que... —comentó, jocoso—. con que Kumopansa, ¿eh? un placer. ¿Qué se supone que eres, la mascota del tarado de Yota? ¿cómo cojones es que puedes hablar?