21/09/2018, 01:53
—Gracias —dijo el muchacho, mientras recibía el pergamino de forma ceremoniosa.
—Si tienes cualquier pregunta no tienes más que decirlo —le dijo, amable, guiñándole un ojo.
—Vale…, ya que estamos —respondió, para luego hacer inmediato uso de la propuesta—, ¿Qué tanto se ha notado que soy nuevo en esto?
Después de abandonar el edificio del Morikage se dirigió hacia unos asientos cercanos, necesitaba tomarse un momento para determinar su siguiente movimiento… Aunque antes de eso necesitaba saber los detalles de la misión, pues ni siquiera había revisado el pergamino.
—Veamos qué es lo que tengo que hacer —se dijo, mientras observaba atento y curioso su encargo, mientras retiraba lenta y mecánicamente el sello de cera—. ¡Cielos!
Le pareció que lo entendía todo: El alcalde de una ciudad de las Islas del Té deseaba experimentar con un nuevo producto, y para ello necesitaba de una materia prima especial que solo podía ser encontrada en el territorio del Bosque.
—Es un pedido aparentemente sencillo, pero es de una figura importante —reflexiono; al menos recordaba que los alcaldes son personas reconocidas—. Pero no tengo idea de cuál es esa “Camellia sinensis”.
Allí estaba su primer obstáculo, a lo poco de haber comenzado: no tenía idea de cómo era aquella planta en particular; sabía que el té se extraía de hojas y conocía algunas clases, pero poco más.
—Tengo que tomarlo con calma: si, pese a mi entrenamiento en áreas boscosas, no conozco esta planta, eso quiere decir que no está en los lugares que frecuento. O quizás tenga un nombre común y si la conozco… Ya sé, necesito preguntarle a alguien si conoce esa planta y si me la puede describir. Creo que con eso ya tendría bastante.
¿Pero a quien podría él preguntar?
—Es un poco tarde, pero en el mercado hay mucha gente que comercia con té, quizás alguno pueda ayudarme con esto… si es que quieren, claro está.
Con un prototipo de plan, y con un ánimo sereno, se dirigió al mercado de la villa en busca de un poco de información
—Si tienes cualquier pregunta no tienes más que decirlo —le dijo, amable, guiñándole un ojo.
—Vale…, ya que estamos —respondió, para luego hacer inmediato uso de la propuesta—, ¿Qué tanto se ha notado que soy nuevo en esto?
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Después de abandonar el edificio del Morikage se dirigió hacia unos asientos cercanos, necesitaba tomarse un momento para determinar su siguiente movimiento… Aunque antes de eso necesitaba saber los detalles de la misión, pues ni siquiera había revisado el pergamino.
—Veamos qué es lo que tengo que hacer —se dijo, mientras observaba atento y curioso su encargo, mientras retiraba lenta y mecánicamente el sello de cera—. ¡Cielos!
Le pareció que lo entendía todo: El alcalde de una ciudad de las Islas del Té deseaba experimentar con un nuevo producto, y para ello necesitaba de una materia prima especial que solo podía ser encontrada en el territorio del Bosque.
—Es un pedido aparentemente sencillo, pero es de una figura importante —reflexiono; al menos recordaba que los alcaldes son personas reconocidas—. Pero no tengo idea de cuál es esa “Camellia sinensis”.
Allí estaba su primer obstáculo, a lo poco de haber comenzado: no tenía idea de cómo era aquella planta en particular; sabía que el té se extraía de hojas y conocía algunas clases, pero poco más.
—Tengo que tomarlo con calma: si, pese a mi entrenamiento en áreas boscosas, no conozco esta planta, eso quiere decir que no está en los lugares que frecuento. O quizás tenga un nombre común y si la conozco… Ya sé, necesito preguntarle a alguien si conoce esa planta y si me la puede describir. Creo que con eso ya tendría bastante.
¿Pero a quien podría él preguntar?
—Es un poco tarde, pero en el mercado hay mucha gente que comercia con té, quizás alguno pueda ayudarme con esto… si es que quieren, claro está.
Con un prototipo de plan, y con un ánimo sereno, se dirigió al mercado de la villa en busca de un poco de información
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)