La arena y yo

Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.

La arena y yo

Inuzuka Nabi Sin conexión

Genin de Uzushio
Ninjas de Uzushio

Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō

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21/09/2018, 17:19

- Vaya, no sabia que había reuniones de Gennins, pero si, me he graduado hace muy poco, aunque nadie me habia avisado de nada. Hoy he venido aquí a comer tranquilo, pues la zona de entrenamiento estaba demasiado llena, y luego pensaba darle un poco de caña. Si eres un Inuzuka, donde esta tu perro?

Típico error de novato. Las zonas de entrenamiento normalmente estaban a reventar, no por nada vivíamos en la mejor villa ninja de todos los tiempos, la gente entrenaba como si estuviésemos en guerra. Y razón no les faltaba, si no estallaba hoy, igual lo hacía mañana. Por eso un buen ninja siempre tiene que buscar entrenar de la manera más flexible posible. Correr por la playa, escalar montañas con una mano, crear muros para practicar el Doton...

Pero la pregunta de Takeshi me sorprendió demasiado para seguir con ese tema.

— Vaya, alguien que sabe de Inuzukas, ya era hora. Todo el mundo se acuerda de las cosas alucinantes como los Akimichi o los Hyuga, pero nadie se acuerda de los buenos de los Inuzuka. Mi perro está durmiendo todavía, al fin y al cabo, no puedo depender de él para todo.

No había mucho más que añadir al respecto.

— ¿Y tú qué? ¿En qué te especializas?

—Nabi—