21/09/2015, 00:45
No esperaba que me respondiese con una sonrisa de oreja a oreja. Por supuesto que no. De hecho ¿Cuál era la respuesta de una demente como aquella mujer? Era toda una incógnita. Pero supongo que la más lógica fue la reacción que tuvo, mostrar todas sus arrugas en pleno esplendor y responder de forma seca y desagradable, siguiendo fingiendo que aquellos dos cadáveres estaban tan vivos como cualquiera de nosotros tres.
-¡Oh, ¿En serio? ¿Me estoy pasando?- respondí sarcásticamente a medida que dando unos pocos pasos me planté en sus morros -Siento estar causando tantos problemas, solo me preocupo por su marido y su hijo-
*Puta vieja de las narices*
No lograba separar mi mano de mi trenza, hasta el punto de que mis dedos estaban tan liados con mis cabellos que finalmente aquello acabó como tenía que acabar, con un fuerte tirón.
-¡Ostias!- exclamé en voz alta después de aquel ligero pero molesto dolor.
Juro parecía pasar de todo. Como si le diese igual lo que le estaba pasando. ¿Qué cojones tenía en sus venas? ¿Sangre u orxata? Estaba demasiado enfurecido para pensar en claridad. Incluso llegué a pensar que su actitud era la más normal. Quizás hacer como si nada, seguirle la corriente a esa loca era lo más sensato, más aún cuando estábamos en su casa y lejos de casa. Hasta que comprendí el por qué de su silencio. Estaba examinando el lugar. Buscaba una salida.
-¿De qué maldito cuchillo hablas?- pregunté sorprendido.
Hasta que miré en la dirección que lo hacia el gennin y vi aquel machete ensangrentado.
*Mierda.. ¿Es la sangre de estos dos?.. pensé horrorizado.
Lo que estaba pasando entre aquellas cuatro paredes tenía que ser una maldita pesadilla. O un genjutsu muy bien ejecutado y elaborado.
-Pero que mierdas... ¿Estás pensando lo mismo que yo? Ha sido ella, Juro. No entraron unos bandidos en busca de nada. Fue ella la que los mató y si no hacemos nada tratará de matarnos a nosotros también. Escucha; hay que enterrar a estos dos hombres y deshacernos de la vieja ¿Lo pillas? ¿Estás conmigo o no?-
Si, sin duda. Teníamos que estar muy atentos de nuestro alrededor, el más mínimo pestañeo podría tener consecuencias fatales. casi que hubiese preferido la emboscada a lo que nos habíamos encontrado.
-Si la vieja no entra en razón por las buenas, tendrá que hacerlo por la fuerza-
-¡Oh, ¿En serio? ¿Me estoy pasando?- respondí sarcásticamente a medida que dando unos pocos pasos me planté en sus morros -Siento estar causando tantos problemas, solo me preocupo por su marido y su hijo-
*Puta vieja de las narices*
No lograba separar mi mano de mi trenza, hasta el punto de que mis dedos estaban tan liados con mis cabellos que finalmente aquello acabó como tenía que acabar, con un fuerte tirón.
-¡Ostias!- exclamé en voz alta después de aquel ligero pero molesto dolor.
Juro parecía pasar de todo. Como si le diese igual lo que le estaba pasando. ¿Qué cojones tenía en sus venas? ¿Sangre u orxata? Estaba demasiado enfurecido para pensar en claridad. Incluso llegué a pensar que su actitud era la más normal. Quizás hacer como si nada, seguirle la corriente a esa loca era lo más sensato, más aún cuando estábamos en su casa y lejos de casa. Hasta que comprendí el por qué de su silencio. Estaba examinando el lugar. Buscaba una salida.
-¿De qué maldito cuchillo hablas?- pregunté sorprendido.
Hasta que miré en la dirección que lo hacia el gennin y vi aquel machete ensangrentado.
*Mierda.. ¿Es la sangre de estos dos?.. pensé horrorizado.
Lo que estaba pasando entre aquellas cuatro paredes tenía que ser una maldita pesadilla. O un genjutsu muy bien ejecutado y elaborado.
-Pero que mierdas... ¿Estás pensando lo mismo que yo? Ha sido ella, Juro. No entraron unos bandidos en busca de nada. Fue ella la que los mató y si no hacemos nada tratará de matarnos a nosotros también. Escucha; hay que enterrar a estos dos hombres y deshacernos de la vieja ¿Lo pillas? ¿Estás conmigo o no?-
Si, sin duda. Teníamos que estar muy atentos de nuestro alrededor, el más mínimo pestañeo podría tener consecuencias fatales. casi que hubiese preferido la emboscada a lo que nos habíamos encontrado.
-Si la vieja no entra en razón por las buenas, tendrá que hacerlo por la fuerza-
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa