21/09/2015, 12:46
- Ah! Vamos!, que el tiempo es oro y yo solo le estoy cobrando el que me hizo perder.- dijo el muchacho tomando una postura de ojos cerrados y brazos cruzados, respondiendo de una forma picara al rezongo de Ayame.
Por suerte su invitación a un ramen fue bien recibida por su compañera, que acepto bastante emocionada por lo que reflejaba su rostro. Aprovechando la euforia, quiso agregar algo más –Bien, cuando quieras vam.- Ichiro se tuvo que detener abruptamente, mientras quedaba con el dedo índice levantado, se había volteado hacia la muchacha, más bien, al lugar donde se encontraba, cuando abrió los ojos en mitad de sus palabras, se dio cuenta de que no estaba más allí, había salido caminando muy rápido por el callejón y corrió detrás para alcanzarla, hasta que finalmente pudo ponerse a la par, soltó un suspiro grande, mientras estaba un poco encorvado de la fatiga que había sentido, por la corrida repentina realizada para alcanzar a Ayame, está casi no lo había notado y se dirigió hacia él como si siempre hubiera estado acompañándola.
Pero solo pudo llevarse la mano a la frente mientras la bajaba arrastrado su cara que asomaba con indicios de frustración. En fin, no la culpaba poco lo conocía, así que volvió en sí y exclamo con voz alta
- Soy Ichiro, Hozuki Ichiro.- afirmo mientras señalaba a su pecho con el pulgar – Mis amigos me dicen Ichi.- se puso erguido cerro los ojos, llevo sus dos manos a la cabeza y embozo una sonrisa mostrando los dientes afilados –Pero tu desde hoy me puedes decir el destrozador de ladrones.- unos ruidos nasales y risas interiores acompaño el final de la frase, mientras el olor a cocción de los diferentes ingredientes de la comida los iba arrastrando hacia el lugar, casi con solo olerlos Ichiro podía saborearlos en su boca, la cual se inundó de saliva
– Yo ya sé quién eres tú, eres Ayame, te conozco porque eras un blanco fácil de los matones de la escuela, bueno por lo que veo sigues siendo.- Ichiro soltó una pequeña risa macabra después de su chiste de mal gusto. –Nah que era broma.- Así era él, fanático de los chistes tontos que hacían enfadar a las personas. -Pero el truco de desaparecer en agua si quiero saber cómo lo hiciste.- acoto poniendo un poco más serio, ya casi llegaban al lugar de comidas.
Por suerte su invitación a un ramen fue bien recibida por su compañera, que acepto bastante emocionada por lo que reflejaba su rostro. Aprovechando la euforia, quiso agregar algo más –Bien, cuando quieras vam.- Ichiro se tuvo que detener abruptamente, mientras quedaba con el dedo índice levantado, se había volteado hacia la muchacha, más bien, al lugar donde se encontraba, cuando abrió los ojos en mitad de sus palabras, se dio cuenta de que no estaba más allí, había salido caminando muy rápido por el callejón y corrió detrás para alcanzarla, hasta que finalmente pudo ponerse a la par, soltó un suspiro grande, mientras estaba un poco encorvado de la fatiga que había sentido, por la corrida repentina realizada para alcanzar a Ayame, está casi no lo había notado y se dirigió hacia él como si siempre hubiera estado acompañándola.
Pero solo pudo llevarse la mano a la frente mientras la bajaba arrastrado su cara que asomaba con indicios de frustración. En fin, no la culpaba poco lo conocía, así que volvió en sí y exclamo con voz alta
- Soy Ichiro, Hozuki Ichiro.- afirmo mientras señalaba a su pecho con el pulgar – Mis amigos me dicen Ichi.- se puso erguido cerro los ojos, llevo sus dos manos a la cabeza y embozo una sonrisa mostrando los dientes afilados –Pero tu desde hoy me puedes decir el destrozador de ladrones.- unos ruidos nasales y risas interiores acompaño el final de la frase, mientras el olor a cocción de los diferentes ingredientes de la comida los iba arrastrando hacia el lugar, casi con solo olerlos Ichiro podía saborearlos en su boca, la cual se inundó de saliva
– Yo ya sé quién eres tú, eres Ayame, te conozco porque eras un blanco fácil de los matones de la escuela, bueno por lo que veo sigues siendo.- Ichiro soltó una pequeña risa macabra después de su chiste de mal gusto. –Nah que era broma.- Así era él, fanático de los chistes tontos que hacían enfadar a las personas. -Pero el truco de desaparecer en agua si quiero saber cómo lo hiciste.- acoto poniendo un poco más serio, ya casi llegaban al lugar de comidas.