2/10/2018, 23:09
El Yotsuki hace no mucho que había emprendido su viaje de turista a través de los lugares dónde tenía por lo menos el permiso de pasar, aunque esto no significaba que iba a ser un irresponsable y dejar de lado sus entrenamientos cómo shinobi. Es así que el muchacho llegó al Valle de los Dojos, siendo este un lugar casi obligatorio de peregrinación si lo que buscas es instruirte en las artes del Taijutsu y el Kenjutsu. "De paso así logro seguir viajando sin oxidarme demasiado, dos pájaros de un tiro." Afirmó contento mientras se paseaba sonriente por las tradicionales calles del valle.
Era un sitio mucho más sobrio y solemne de lo que se esperaba, además de torcer un poco la boca al leer los letreros con advertencias de lo que podría ocurrirle si llegaba a causar algún destrozo. "Pero qué delicados estos sujetos." Bufó mientras se preparaba para ingresar al recinto.
Al ingresar al dojo lo primero que se topó fue con un joven entrenando en el interior, lo cuál no era sorprendente considerando del lugar en el que estaban. Lo que sí era llamativo era la forma de ataque del muchacho, siendo totalmente distinto a los estilos de combate que el de ojos dorados estaba acostumbrado a a ver.
Por un momento se le ocurrió acercarse a aquel desconocido peliverde, hasta que se percató de la bandana de Kusagakure que portaba en el brazo. "Ahh, puta vida. Supongo que en estas circunstancias sólo me queda actuar según el protocolo, aunque... ¿Cuál se supone que es el protocolo para estos casos? Bahhh, esto es territorio neutral, no debería haber tanto drama. Además, hasta dónde me dijeron la bronca es con Uzu y no con Kusa." Trató de alivianar el asunto.
—Parece que no importa cuanto cambien las cosas, no soy el único que quiso venir aquí con la idea de entrar en calor—. Comentó animadamente mientras se acercaba. "Ufa, qué me saca bastante de altura este tipo. Sin chaleco, obvio es genin, pero seguramente tiene más edad y más experiencia que yo. Sólo espero qué no sea de los que se toman a mal cualquier cosita." Meditaba mientras esperaba con una sonrisa en la boca.
Era un sitio mucho más sobrio y solemne de lo que se esperaba, además de torcer un poco la boca al leer los letreros con advertencias de lo que podría ocurrirle si llegaba a causar algún destrozo. "Pero qué delicados estos sujetos." Bufó mientras se preparaba para ingresar al recinto.
Al ingresar al dojo lo primero que se topó fue con un joven entrenando en el interior, lo cuál no era sorprendente considerando del lugar en el que estaban. Lo que sí era llamativo era la forma de ataque del muchacho, siendo totalmente distinto a los estilos de combate que el de ojos dorados estaba acostumbrado a a ver.
Por un momento se le ocurrió acercarse a aquel desconocido peliverde, hasta que se percató de la bandana de Kusagakure que portaba en el brazo. "Ahh, puta vida. Supongo que en estas circunstancias sólo me queda actuar según el protocolo, aunque... ¿Cuál se supone que es el protocolo para estos casos? Bahhh, esto es territorio neutral, no debería haber tanto drama. Además, hasta dónde me dijeron la bronca es con Uzu y no con Kusa." Trató de alivianar el asunto.
—Parece que no importa cuanto cambien las cosas, no soy el único que quiso venir aquí con la idea de entrar en calor—. Comentó animadamente mientras se acercaba. "Ufa, qué me saca bastante de altura este tipo. Sin chaleco, obvio es genin, pero seguramente tiene más edad y más experiencia que yo. Sólo espero qué no sea de los que se toman a mal cualquier cosita." Meditaba mientras esperaba con una sonrisa en la boca.