5/10/2018, 23:58
(Última modificación: 5/10/2018, 23:58 por Uchiha Datsue.)
–Vengo a ver al Morikage.
—Hoy está muy ocupado, joven. Tendrás que venir otro día —le respondió Shiten, quien dio una segunda palmada en el hombro de Daigo. Negó con la cabeza, decepcionado. No había ganado ni un gramo de músculo desde la última vez—. ¡Mucho tiene que ver con la dieta, Daigo! De nada sirve entrenar si no llenas el buche. ¿Cuántas claras de huevo tomas para desayunar? ¿Cuántos aguacates a la semana? ¿Tomas espinacas regularmente? ¿Y brócoli? ¡El brócoli es esencial, Daigo! ¡Voy a tener que prepararte una rutina y una dieta estricta como la próxima vez me vuelvas a venir en los huesos! —le recriminó.
Todavía negando con la cabeza, dio tres grandes y largas zancadas que le llevaron de nuevo a pie de mesa. Allí rebuscó entre los pergaminos de rango bajo con mayor urgencia, y no tardó mucho en sacar uno con una "C" inscrita. Entonces, alzó la mirada hacia el chico que recién había entrado.
—Oye, chico, ¿cuál es tu nombre? A Daigo no le vendría mal otra cabeza pensante para esta misión —dejó caer.