Un robusto viejo que estaba allí con un genin le contestó “Hoy está muy ocupado, joven. Tendrás que venir otro día” todo el discurso que había venido pensando en el camino, repetido en su cabeza una y otra vez, todo el trabajo de memorizar cada palabra al parecer había sido en vano, se sentía muy decepcionado. Parado en el salón no sabía si irse o seguir insistiendo sobre la importancia de ver al Kage pero parecía que eso era imposible de cumplir. Para ser verdad, ya se le habían quitado las ganas de estar allí, hasta que la voz del anciano llamó su atención por segunda vez “Oye, chico, ¿cuál es tu nombre? A Daigo no le vendría mal otra cabeza pensante para esta misión” una misión? Se quedó un momento estupefacto intentando recordar su nombre y observando a ese tal de Daigo y su llamativo pelo verde
-verdi… DIGO digo Geki, perdón, Senju Geki señor. Dijó el shinobi un poco exaltando luego de su error y avergonzado después de que la mente le jugara una mala pasada y volvió la vista al muchacho, parecía mayor que Geki y sin duda tendría más experiencia, quizá era buena idea empezar esto de las misiones en compañía o por lo menos las haría más amenas.
-Bueno, si ustedes están de acuerdo por supuesto. Dijo un poco nervioso el genin –Es mi primera misión. Remarcó luego. Y se quedó parado mirando al viejo, sinceramente no sabía que más hacer, moverse, decir algo, sentarse, abrazar a su compañero, era la primera vez que concurría a un lugar así, además no podía parar de ver aquel pelo verde del muchacho, le generaba mucha ansiedad y lo ponía más nervioso aún.