13/10/2018, 05:02
El peliverde estaba bastante relajado y concentrado, sin inmutarse ante nada que pudiese hacer el Yotsuki para intentar aplacarle. De hecho, no sólo se atrevió a decir que debían aumentar la intensidad de la contienda, sino que en un acto de extrema confianza, cometió la osadía de anunciar y presumir sobre una supuesta técnica única a su oponente. "¿De su estilo propio de Taijutsu?" Pensó Rōga mientras notaba que el chakra de su rival se acumulaba a tal punto de verse visible.
Sin más dilación, Daigo se lanzó a la carga contra el de cabellos azulados, el cuál se vió sorprendido por la velocidad de la ejecución. "¡Me lleva la...!" Apenas tuvo tiempo para reaccionar ante el primero golpe, contra el cuál su única opción fue inclinar el cuerpo hacia la izquierda y ladear la cabeza en la misma dirección para evitar recibir el puñetazo en toda la cara, el cuál pasaría a escasos centímetros de su mejilla, mientras aquel chakra que simulaban llamas hacía ondear su cabello. "Esto no está bien" Recién había esquivado el golpe inicial, cuando su oponente ya se había re-posicionado para asestarle un segundo golpe en su vientre qué le sacó algo de aire. "No quieras lucirte delant-" Ni siquiera tenía tiempo para maldecirle mentalmente, pues un tercer golpe impactó en su mandíbula.
Aquello era imperdonable, aquel ninja de la Hierba se quiso pasar de listo, tratando de domar con sus golpes al de orbes dorados cómo si fuese un cachorrito. "No." El de Amegakure hizo esfuerzo para seguir con el rabillo del ojo a un Daigo que planeaba dar el golpe de gracia, rodeándolo para coronar su espectáculo. "Provoques."
Los ataques del boxeador no eran demasiado potentes, por lo que no era tan complicado recuperarse de ellos. "Al." Fue entonces qué la mirada de Rōga se afiló, aprovechando el intervalo de tiempo en el que su contrario se disponía a propinar su remate.
"LOBO." Un movimiento tan simple cómo agacharse mientras giraba sobre su talón izquierdo, deslizando la diestra al raz del suelo en búsqueda de la única zona dónde el de ojos azules no tenía guardia. —¡Konoha Reppū!— Terminaría de nombrar su técnica justo tras su ejecución, con toda la intención de tumbar al piso a aquel insolente.
CK–
Sin más dilación, Daigo se lanzó a la carga contra el de cabellos azulados, el cuál se vió sorprendido por la velocidad de la ejecución. "¡Me lleva la...!" Apenas tuvo tiempo para reaccionar ante el primero golpe, contra el cuál su única opción fue inclinar el cuerpo hacia la izquierda y ladear la cabeza en la misma dirección para evitar recibir el puñetazo en toda la cara, el cuál pasaría a escasos centímetros de su mejilla, mientras aquel chakra que simulaban llamas hacía ondear su cabello. "Esto no está bien" Recién había esquivado el golpe inicial, cuando su oponente ya se había re-posicionado para asestarle un segundo golpe en su vientre qué le sacó algo de aire. "No quieras lucirte delant-" Ni siquiera tenía tiempo para maldecirle mentalmente, pues un tercer golpe impactó en su mandíbula.
Aquello era imperdonable, aquel ninja de la Hierba se quiso pasar de listo, tratando de domar con sus golpes al de orbes dorados cómo si fuese un cachorrito. "No." El de Amegakure hizo esfuerzo para seguir con el rabillo del ojo a un Daigo que planeaba dar el golpe de gracia, rodeándolo para coronar su espectáculo. "Provoques."
Los ataques del boxeador no eran demasiado potentes, por lo que no era tan complicado recuperarse de ellos. "Al." Fue entonces qué la mirada de Rōga se afiló, aprovechando el intervalo de tiempo en el que su contrario se disponía a propinar su remate.
"LOBO." Un movimiento tan simple cómo agacharse mientras giraba sobre su talón izquierdo, deslizando la diestra al raz del suelo en búsqueda de la única zona dónde el de ojos azules no tenía guardia. —¡Konoha Reppū!— Terminaría de nombrar su técnica justo tras su ejecución, con toda la intención de tumbar al piso a aquel insolente.
ESTADO
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